ditana, sucumbió el reino, víctima de ün repentino ataque de
los hititas. El rey hitita Murshili I invadió Mesopotamia el año
1530 a. de C. y asoló Babilonia. Abandonó la ciudad llevándo
se un gran botín y Babilonia nunca más volvió a encontrarse
bajo el dominio de la dinastía amorrea.
LA EPOCA MESOBABIJ.ONICA: LOS CASITAS
Las salvajes tribus de los montes Zagros, los casitas, inva
dieron Babilonia e n poderosas oleadas. Trajeron consigo una
nueva arma: carros de guerra arrastrados por caballos («burros
de las montañas», según la denominación babilónica). La épo
ca de su poderío ha sido denominada hasta hace poco como la
«época oscura» de la historia de Babilonia. Pero los nuevos do
cumentos encontrados han hecho que esta denominación no
corresponda totalmente a la realidad. Los casitas adoptaron la
religión y la cultura babilonias y asimilaron finalmente tam
bién su idioma. De la lengua casita sólo se nos han conservado
documentos fragmentarios. Los reyes casitas proporcionaron
una nueva vida al comercio con el trazado de carreteras y se
preocuparon también de la seguridad de las caravanas. Algu
nos de los reyes casitas, Agum II, Burnaburiash I y Kurigalzu,
entre otros, continuaron los intentos expansionistas, en direc
ción sobre todo al norte de Babilonia. El poder del país siguió
aumentando. La lengua acadia se utilizó como el idioma diplo
mático del mundo de entonces. A mitad d el siglo XIV a. de C.
se desarrollaron múltiples relaciones comerciales y diplomáticas
entre Babilonia y Egipto, de las que nos ofrece una clara ima
gen la correspondencia que mantuvieron los soberanos de am
bos países, que fue encontrada en El Amarna (véase cap. IV).
También los reyes casitas mantuvieron al principio buenas
relaciones con Asiria. En el siglo XIV se enturbiaron dichas rela
ciones y en él siglo XIII Asiría atacó a Babilonia, que perdió par
te de su territorio. Por esta razón, el rey casita Kadashmanenlil
II selló una alianza con el rey hitita Khattushili III, pero, ni si
quiera con esta alianza, pudo proteger a Babilonia de forma
efectiva contra nuevos ataques asirios.
Tukultininurta I penetró en Babilonia desde Asur asolando
la ciudad y murió de muerte violenta. En la misma época desa
pareció el reino de los hititas y la Babilonia casita fue recupe
rándose lentamente. Adad-shum-nasir vuelve a llamarse de
nuevo «rey de la totalidad». En los decenios que siguieron, y es
pecialmente durante el gobierno de Melishipak, a principios
del siglo XII a. de C., continuó la consolidación de Babilonia,
aunque esta consolidación no duró mucho tiempo. Se produje
ron ataques de los elamitas, que, finalmente, conducidos por