meatos que había llevado a Elam desde Babilonia, como botín
de guerra, Shutruknakhkhunte. Encontraron, por ejemplo, la
famosa estela con el Código de Hammurabi, la estela de Na-
rámsín y el obelisco de Manishtüshu (véase cap. III). En la ac
tualidad continúan aún las excavaciones en el territorio de la
antigua Elam. Entre los arqueólogos que dirigen estas expedi
ciones debemos mencionar al erudito francés R. Ghirshman y
al arqueólogo belga L. Vanden.
Fig. 18. a) Carnero encontrado en Susa. Principios del tercer milenio,
Louvre, París, b) Pomo para perfume en forma de pájaro (¿de paloma?), en
contrado en Susa. Louvre, París
Y Tanto los monumentos de la cultura material como los testi
monios literarios, que la investigación de esta región fronteriza
•nos ha hecho accesibles, atestiguan una poderosa influencia
mesopotámica. Esto no significa que con esta influencia se hu
b ie ra perdido la autonomía local. Muy al contrario, en los mo
numentos hallados en esta zona fronteriza se encuentra incluso
|p h sorprendente número de documentos que dan testimonio
gde la vitalidad del arte autóctono y de los usos jurídicos, muy
|caracterísricos. Es más bien en las formas externas, en la escritu-
| t a y en la lengua, donde con mayor claridad se manifiestan las
|influencias extranjeras.
El. FUTURO DE LA ARQUEOLOGIA MESOPOTAMICA
(
la investigación arqueológica de Mesopotamia no puede
isiderarse en modo alguno concluida. Cientos y cientos de
ls aguardan aún a sus descubridores y excavadores. De algu-
¡ de los lugares importantes de la antigua Mesopotamia
ncluida la ciudad de Akkad— no se conoce ni siquiera su si-
íción exacta. Este capítulo debe pues quedar incompleto. En
continuación deberá hablarse de los nuevos descubrimientos
e; se realicen.