cónicas (las llamadas estelas), o en mojones límite ovales. El
empleo del metal para la escritura fue relativamente raro y el
de madera, marfil o cera, del todo excepcional. Cuando los
arameos comenzaron a invadir Mesopotamia, las tablillas de ar
cilla fueron pasando paulatinamente a un segundo término.
Fueron sustituidas por papiro o pergamino, que se adecuaba
mejor a la transcripción fonética del arameo.
El aspecto de las tablillas de arcilla
Las tablillas de arcilla, a las que debemos la mayor parte de
nuestros conocimientos sobre la historia de Mesopotamia y de
sus países vecinos, presentan distintos tamaños. El más fre
cuente es el formato que se adapta a la palma de la mano del
escriba, que éste utilizaba como apoyo: podía ser circular,
cuadrado o rectangular; plano, o ligeramente abultado. Este
último formato tenía esquinas muy redondeadas y cantos agu
dos. Otras tablillas eran gruesas y en sus redondeados bordes
llevaban la impronta de un sello cilindrico. El formato
cuadrangular se utilizó corrientemente en la época antigua;
más tarde, se perdió su uso para reaparecer de nuevo en la épo
ca neobabilónica.
También variaba el tamaño de las tablillas de arcilla. Se han
conservado tablillas cuyas dimensiones van de 1 x 1 cm. hasta
más usual de 4 a 5 por 3 a 5 cm. En documentos más extensos,
como por ejemplo protocolos jurídicos, cartas, obras literarias,
silabarios, léxicos, etc., el formato era considerablemente ma
yor. La mayor tablilla encontrada hasta ahora estaba en el
archivo del rey asirio Asarhaddon, en Kalkhu. Contiene el tex
to de su contrato con el gobernador medo Ramataya y mide 30
x 46 cm. Por otro lado, se conocen también tablillas muy pe
queñas que contienen textos muy amplios. En estas, cada línea
tiene sólo una altura de aproximadamente 2 mm. Existen
incluso algunas en las que, en un formato de 2,2 cm. x 2,6
cm. están contenidas más de treinta líneas con 144 signos, de
forma que podemos hablar con propiedad de verdaderas m i
niaturas, legibles solamente con ayuda de una lupa. Resulta in
comprensible como pudo el escriba mesopotámico escribir se
mejante tablilla.
Una clase especial lá forman las tablillas de arcilla introduci
das en un «sobre» (que se conocen con el nombre técnico de
«tablillas envueltas», en inglés «Case-Tablets»). Se trata en re
alidad de dos tablillas: la interior, que contiene el texto
íntegro, se encuentra dentro de un «sobre» de arcilla, en el que
se repite lo esencial del texto. Estos «sobres» tienen también
improntas de sellos. Mientras la tablilla exterior (la cubierta)