Debemos aprender a ser amables con los
demás y aceptarlos tal como son, sin
pretender que coincidan con nosotros, o que
se nos parezcan. Una persona amable es una
persona digna de ser amada.
Está demostrado que cuando se trata a los
demás con afecto, se recibe afecto a cambio,
mientras que cuando se trata a los demás con
rencor no se consigue otra cosa más que ser
tratado con la misma frialdad y desconfianza.
Estos cinco principios son poderosas
herramientas que emplea el Reiki para que cada
persona logre superarse.
Y que cada uno pueda estar bien consigo mismo
y en armonía con el mundo que la rodea.
La práctica continua de los cinco principios
construye una mejor persona, preparada para
dar amor y dispuesta a recibirlo.