Reitera este ejercicio varias veces, hasta que
puedas utilizarlo cuando realizas la meditación,
ya sea en la postura Seiza o en la postura
Gassho.
Esta técnica también resulta útil para utilizar
en la vida cotidiana, cuando nos enfrentamos
a situaciones estresantes y debemos calmarnos
o recobrar nuestro centro.
Realizar esta técnica a conciencia ayuda a
controlar el flujo energético.