personas. Con el tiempo las funciones se rotan y unos realizan las
funciones de los otros, concretamente en el siguiente ciclo cósmi-
co. En este contexto Dios, no es sino el conjunto de leyes univer-
sales que entre todos los seres se generan, aunque se expresan
más exactamente a través de los seres planetarios. Quien llega a la
vida, es porque antes también estaba vivo en forma espiritual, en
el cosmos todo es vida, incluso los planetas y las estrellas están
vivos, pero en una forma mineral, sería estúpido pensar que la tie-
rra podría desplazarse por el espacio desde hace cinco mil millo-
nes de años y al mismo tiempo defender que no tiene vida por sí
misma, qué clase de científicos tenemos para defender semejante
cosa. También son ingenuos quienes se preocupan de conseguir la
vida eterna del cuerpo, no se dan cuenta que ya tienen un espíritu
que lo es.
La filosofía de la justicia...............................................
El descubrimiento por parte de la sociedad de la naturaleza cíclica
del universo, así como llegar a la convicción de la vida eterna del
espíritu, daría lugar a una revolución en el aspecto moral de la
humanidad. La cuestión es muy sencilla, qué sentido tiene recurrir
a la violencia siempre y cuando la naturaleza cíclica del universo
hará que algún día todos vivamos las mismas situaciones en la vi-
da, cuando el universo comience de nuevo, las experiencias vita-
les se invertirán y cada ser humano vivirá las experiencias del
otro. En el cosmos todo lo que existe tiene vida, incluso los plane-
tas son seres vivos en cierto modo, y la vida es eterna puesto que
la vida es energía. A través de la repetición indefinida del univer-
so todos viviremos todas las experiencias, en este caso ya no tiene
sentido perjudicar a nadie, puesto que esto se volvería contra uno
mismo. Esto no quiere decir que el carácter cíclico del universo
sea la única forma de hacer justicia, puesto que la justicia que po-
dríamos llamar policial, representa la forma más obvia de castigar
las conductas incorrectas. Podría decirse que la justicia policial, es
decir la que se hace con carácter inmediato a través de la defensa
propia, o la que se lleva a cabo a través del estado, representa has-
ta un ochenta y cinco por ciento de lo que se puede hacer en el as-
pecto de la justicia, es en este aspecto donde conviene erradicar