En realidad los políticos de estas falsas democracias embaucan a los
ciudadanos con sus falsas promesas, pero cuando llegan al poder, se
dedican a amasar fortunas y olvidan con facilidad sus promesas elec-
torales, lo cual es común en todos ellos.
Los ciudadanos deberían negarse a participar en esta burla y exigir
la creación de una auténtica democracia, consistente en exigir el vo-
to de todas y cada una de las leyes, lo cual se podría hacer por siste-
mas tan simples como internet. A partir de ese momento, el poder lo
tendría verdaderamente el pueblo, pero los políticos exacerban la
agresividad de sus seguidores contra los demás partidos para blo-
quear sus mentes y conseguir su voto, esa es la misma estrategia que
usaron los nazis en Alemania para conseguir el poder.
Pero en realidad todos los políticos son parecidos, pues en su mayo-
ría solo buscan poder y dinero. Los políticos de derechas manipulan
la información para mantenerse en el poder indefinidamente, porque
piensan que es algo a lo que tienen derecho de forma innata por per-
tenecer a lo que ellos creen una clase superior. Los políticos de iz-
quierdas embaucan a la gente, diciendo que si les votan se preocupa-
rán por ellos, pero en realidad sienten un profundo desprecio por esa
clase trabajadora a la que intentarán no volver, y mientras ostentan
el poder solo trataran de enriquecerse por el medio que sea. En cuan-
to a los políticos nacionalistas, a la mayoría les trae sin cuidado la
sociedad a la que dicen representar y utilizan el fomento al odio con-
tra el estado solo como medio para conseguir el poder, sin preocu-
parse por las consecuencias que sus actos puedan ocasionar. Hay
que tener en cuenta que esa división ideológica es un artificio de los
políticos, pues tanto las ideas de izquierdas como las de derechas
tienen el mismo porcentaje de razón, unos aciertan en unas cosas y
otros aciertan en otras, se puede entender que los políticos se dividan
en esos grupos para así conseguir el poder, pero no se puede justifi-
car que los ciudadanos renuncien a su propia libertad de pensamien-
to y den su poder a la bestia que es lo que representa este falso sis-
tema político.
Ante tal engaño, los ciudadanos deberían rechazar este sistema polí-
tico negándose a votar de forma masiva, este plante de la ciudadanía
antonio.p
(Antonio.P)
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