El camino hacia la nueva era

cuando nos acostamos nos pasamos toda la noche soñando y sin em-
bargo apenas podemos recordar nada de lo que hemos soñado, pues
lo mismo ocurre con el espíritu. Lo cierto es que son formas de me-
moria diferentes, durante los sueños no recordamos que solo son
sueños ni lo que hicimos con anterioridad, y al levantarnos por la
mañana tampoco recordamos lo que soñamos en la mayoría de las
ocasiones, porque la memoria funciona en distintas frecuencias y
cada una de estas memorias solo funciona dentro de su propio plano,
en cierto modo es como si se desactivasen al cambiar de plano, pero
quizás la respuesta más correcta es que los recuerdos de cada memo-
ria son grabados en frecuencias diferentes, de modo que solo si la
mente se encuentra en la frecuencia correspondiente es capaz de re-
cordar. Podría decirse que la frecuencia de las distintas memorias va
del infrarrojo en la memoria consciente cuando estamos despiertos, a
la memoria del ultravioleta cuando estamos en forma espiritual. La
finalidad que tiene la existencia de los distintos tipos de memoria es
que no se interfieran en los distintos planos, de ese modo cuando nos
reencarnamos al no recordar nada de las vidas anteriores estos re-
cuerdos no se interfieren y nos permiten vivir esta vida de una forma
más intensa, como si fuera la única. De todas formas en ocasiones,
cuando nos encontramos en un estado mental más sensible, cabe la
posibilidad de que recordemos algo de la memoria guardada en el
espíritu, pero seguramente lo achacamos a que son sueños o recuer-
dos de algo que nos ha ocurrido en esta vida. En cualquier caso, es
un error pensar que cualquier recuerdo es útil, pues nuestro cerebro
los está grabando y borrando de forma continua pues no es útil re-
cordarlo todo, hay que recordar solo aquellas cosas que merecen la
pena. Hay quien cree que no existe la vida después de la muerte, pe-
ro debería pensar que cuando un soldado tiene que ir a la guerra y
luchar, lo que le da fuerzas no es pensar en su patria, ni tampoco en
el sueldo que le pagan, lo que le da fuerzas es pensar que no todo
acabara ahí y que tras su muerte otra vida comenzará.