cara o los brazos, sin que sean necesarias mayores medidas, hay que
tener en cuenta que el cuerpo humano perdió la capa de pelo protec-
tora que le cubría porque se empezaron a utilizar prendas de vestir,
quitarlas para exponer la piel desnuda al sol es invertir la evolución.
También resulta lamentable el uso de los cosméticos, pues la mayo-
ría de ellos oscilan entre los que son inútiles y los que son perjudi-
ciales para la salud. Por ejemplo se hace publicidad de ellos afir-
mando que son necesarios para la alimentación o hidratación de la
piel, pero no se dice que la piel ya se alimenta o hidrata de forma na-
tural a través de los vasos capilares que se encuentra debajo de ella.
El cuerpo humano es perfecto en su naturaleza esencial, pero estos
timadores de la salud inducen en las personas falsas necesidades. El
mejor favor que podemos hacer a nuestra piel es tenerla limpia y so-
lo debemos usar jabones desengrasantes cuando sea necesario lim-
piarla de restos de grasa, porque es absurdo que primero quitemos
los aceites naturales utilizando jabones y luego usemos cremas para
devolver esos aceites a donde estaban.
LAS INFECCIONES
En realidad, las bacterias y virus no tienen como finalidad original
causarnos enfermedades pues su verdadera función es descomponer
la materia orgánica muerta, el cuerpo humano libra continuamente
una lucha con estos seres y un buen estado de salud contribuye a que
no puedan causar daño, por ello, algunas epidemias suelen estar cau-
sadas por la malnutrición pues un sistema inmunológico débil pre-
senta un escaso rechazo a la acción de las bacterias permitiendo su
extensión, otras veces las infecciones se originan al entrar un ser vi-
vo en contacto con un virus con el cual no se encuentra familiariza-
do y por lo tanto la reacción defensiva es más lenta. En ocasiones un
excesivo celo por la limpieza también puede favorecer las infeccio-
nes, por ejemplo algunas formas de asma podrían estar producidas al
asentarse en los bronquios algunas esporas de hongos favorecidas
por la exposición prolongada al vapor de agua. Abusar del aire
acondicionado también puede ser muy pernicioso para la salud, lo