RECHAZO A LAS DROGAS
Las drogas incluyendo entre ellas el tabaco o el alcohol deben ser
rechazadas, puesto que lo único que hacen es violentar los mecanis-
mos de estimulación de nuestro cerebro de forma antinatural además
de provocar una perturbación en la capacidad de juicio. Sin embargo
esto no significa que deban ser prohibidas, puesto que el hecho de
que una cosa sea inmoral o perniciosa para la salud no significa que
el estado tenga que impedir el derecho de los ciudadanos a elegir li-
bremente al respecto. Los políticos deben negarse a jugar a ser Dios
y limitarse a crear leyes para que los ciudadanos puedan vivir con el
debido respeto mutuo los unos hacia los otros, pero sin caer en el
error de pretender decidir de una forma arbitraria qué es lícito que
los ciudadanos hagan y qué no lo es. Sin embargo, el estado sí puede
y debe negarse a aplicar cualquier tipo de atenuante a quienes come-
tan delitos bajo los efectos de tales sustancias.
DERECHOS SOCIALES
Es necesario que los gobiernos garanticen a sus ciudadanos todos los
derechos más básicos, por ejemplo el derecho al empleo, la sanidad,
o la vivienda, sin el cual ninguna opción es posible. Esto no significa
que tales servicios tengan que ser públicos, se trata más bien de ga-
rantizar que por motivo de una situación de dificultad económica o
de otro tipo los ciudadanos nunca estén desasistidos. También es
importante que el estado cree las condiciones necesarias para que los
jóvenes puedan independizarse con facilidad. Garantizar el empleo o
favorecer el alquiler de viviendas estatales ayudaría mucho a ello.
De hecho, lo ideal sería que el estado garantizase una vivienda de
alquiler a todos los ciudadanos.
El progreso está en el equilibrio..........................................
La clave en la mayoría de las situaciones es mantener una actitud
moderada o intermedia, es decir en una posición de equilibrio, ante