28 EL CAMINO DE UN MAESTRO
¿Qué es lo que diferencia a un maestro espiritual de quien no lo
es? En mi opinión, la diferencia está en ser capaz de comprender
que todos somos eternos y todos somos creadores, porque todos
formamos parte de Dios. Eso significa que todos podemos diseñar
el mundo que nos rodea para hacerlo mejor.
El siguiente paso que toda persona debe dar para convertirse en
un maestro espiritual es rechazar el dogma que han instituido las
organizaciones religiosas para encadenar la mente humana y tratar
de que se pliegue a sus intereses. Ellos se interponen entre Dios y
los hombres al tratar de impedir que piensen libremente, por eso,
la clave de ser un maestro está en tratar de comunicarse con Dios
directamente mediante la búsqueda de la verdad. Porque el dogma
se basa en plantear los principios religiosos como algo inamovible
o que solo ellos pueden cambiar, lo que supone un freno al
progreso y la creatividad.
También es necesario rechazar la fe sin juicio, porque no es malo
creer, lo que no tiene sentido es creer renunciando a la capacidad
de dudar y mejorar lo ya existente, porque también los maestros
espirituales se equivocan.
El siguiente paso es rechazar los prejuicios, pero no lo que la
masa llama prejuicios. Porque la masa lo hace todo en grupo y
también piensa en grupo para sentirse más segura, pero pagando
el alto precio de sacrificar la verdad. La masa llama prejuicio a
toda forma de pensar que se aleja de lo que está establecido como
verdad oficial por su grupo o partido político, por eso, su forma
de pensar suele volverse del revés con frecuencia, al ponerse en
consonancia con las creencias dominantes entre quienes ganan las
guerras.
Para ser un maestro espiritual es necesario creer en uno mismo, es
decir creer en la capacidad creadora que todos tenemos. Es
necesario comprender que en realidad Dios somos todos y se