vida. También puede ayudar en la meditación leer un libro o ver
la televisión, porque el cerebro no puede estar concentrado de
forma continua y mezclar la meditación con un entretenimiento
puede ayudar a desbloquear un análisis atascado. Para un análisis
filosófico ideal es necesario que el alma esté en paz, por ello, es
necesario considerar la justicia como la esencia del ser. De este
modo se adquiere la tranquilidad de conciencia que permite
alcanzar el máximo de concentración, al no tener que preocuparse
por las consecuencias de nuestros actos al ser estos éticamente
correctos.
Hay quien piensa que la inspiración solo es posible con la ayuda
de entidades superiores o extraterrestres, esto no es verdad, pero,
si esa ayuda se produce, creo que es un error pensar que nos van a
regalar los descubrimientos que podamos hacer. El triunfo sin
sacrificio no tiene sentido, por eso, un ser superior únicamente
nos puede señalar el camino pero nunca va a hacer el trabajo por
nosotros, ellos nos pueden orientar, pero el trabajo deductivo
esencial dependerá de nosotros mismos y ningún filósofo sin
talento y dedicación podrá nunca descubrir ideas geniales solo
con la ayuda de seres superiores.
También es cierto que para meditar es bueno tener una
personalidad introvertida, porque el distanciamiento es un
elemento clave para el progreso de un filósofo. Tener este tipo de
personalidad ayuda en todo aquello que tenga que ver con el
diseño y el análisis de las cosas. En cambio, tener una
personalidad extrovertida es útil cuando se trata de realizar de
forma práctica los proyectos ya decididos. Cada una de estas
personalidades se inclina más hacia uno de los dos aspectos
polares de la vida que podríamos definir como masculino y
femenino o cristalino y solar, el introvertido hacia lo cristalino y
el extrovertido hacia lo solar, o también el introvertido hacia la
dimensión horizontal y el extrovertido hacia la dimensión
vertical. Normalmente las diferencias de personalidad determinan
antonio.p
(Antonio.P)
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