Para poder progresar, un filósofo tiene que ser algo inconformista
o indisciplinado, pero no por hacer un mal, sino porque su deber
es buscar la verdad, y solo quien es proclive por naturaleza a
dudar se encuentra en las condiciones adecuadas para descubrir la
falsedad que nos rodea.
La filosofía es como la energía, porque igual que ella no puede
depender de sí misma para estar completa, porque necesita
demostrarse con la práctica aplicándose a la vida cotidiana para
saber si es correcta, y la energía, necesita de su unión con la
materia para producir fuerza, porque tanto la energía como la
materia cuando están solas son inútiles si no se combinan
adecuadamente. Del mismo modo el espíritu, también es en su
mayor parte energía, por eso, necesita unirse con el cuerpo
material para poder alcanzar la felicidad.
La verdad es que la mayoría de quienes viven en este planeta no
son auténticos hombres sino animales evolucionados que quieren
ser hombres, solo cuando nos preguntamos cuál es el significado
del mundo que nos rodea y llegamos a comprenderlo nos
convertimos en verdaderos hombres, pero lamentablemente son
pocos los que lo hacen. Uno de los mayores defectos del hombre
contemporáneo es que se deja dominar demasiado por los
prejuicios y las pasiones, en cambio un auténtico hombre trata de
encontrar la verdad por encima de todo. La capacidad de
diferenciar las apariencias de la realidad solo alcanzará su
máxima expresión cuando la humanidad complete su proceso de
evolución en los aspectos tecnológico, biológico, intelectual y
moral. La principal diferencia entre los animales y el hombre es
que los animales representan el camino, en cambio el hombre
representa el final del camino y también el objetivo de toda la
evolución.
Un filósofo es como una madre, porque una madre intenta que sus
hijos crezcan sanos y vivan más que ella, del mismo modo un
filósofo intenta que sus enseñanzas le sobrevivan, pero a
antonio.p
(Antonio.P)
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