oficio y al final resulta bastante difícil encontrar una diferencia
entre lo que ellos hacen y la prostitución.
También hay quien considera inmoral ver películas bélicas, pero
en mi opinión, no tiene sentido rechazarlas solo porque traten de
ese tema, porque lo importante no es el hecho de verlas sino con
quien se identifica el espectador, porque si se identifica con el
personaje que defiende la justicia y los derechos humanos
entonces no tiene por qué suponer ninguna contradicción moral.
Además, lo lógico es que el cine muestre la realidad de la
sociedad y si en la sociedad hay violencia sería absurdo que el
cine o los documentales no la recogiesen. Esto también ocurre con
los deportes, porque la existencia de bandos enfrentados no solo
sirve para representar la realidad de la sociedad presente, sino que
además sirve como gimnasia mental, para que el público se
mentalice del riesgo, porque cuando vemos o participamos en una
competición, en realidad, estamos simulando una lucha en
legítima defensa para preparar nuestro cuerpo y nuestra mente
ante el riesgo de un peligro real. Esto mismo es lo que ocurre con
el cine o los documentales.
antonio.p
(Antonio.P)
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