14 NO ES DIGNO VIVIR DE DEUDAS
No pretendo afirmar que tener deudas siempre esté mal, porque si
se trata de un caso excepcional como comprar una casa en el caso
de un ciudadano o evitar las consecuencias de una crisis
económica en el caso de un gobierno, entonces sí puede tener
sentido, pero siempre y cuando el dinero que se pide esté dentro
de los márgenes que tenemos para devolverlo. Lo que no es digno
ni lógico es tratar de basar la economía en las deudas de forma
continua, como algunos partidos políticos nos sugieren.
Ellos dicen que con las deudas se consigue crecimiento, pero,
¿qué crecimiento va a tener un país que tiene que pagar muchos
intereses por esas deudas? Siempre será mejor basar el
crecimiento en una economía competitiva antes que vivir
acumulando deudas. Además, un país que es competitivo y
funciona, puede incluso prestar a otros a cambio de intereses y
aumentar así su riqueza.
Porque al final quien vive de pedir termina siendo dominado por
quien le presta por eso, es un error creer que se puede vivir por
encima de nuestras posibilidades mediante deudas. Una economía
endeudada de forma permanente termina siendo una economía
drogada, porque su comportamiento económico no depende de su
propia eficacia sino de un dinero prestado que habrá que devolver,
lo que al final puede llevar al país a la ruina. Además, no debemos
olvidar que las deudas contraídas por los gobiernos en los
mercados internacionales pueden estar sujetas a un incremento
imprevisto en el caso de subir la prima de riesgo. Eso significa
que al endeudarse ponen el futuro del país en manos de otros.
También resulta hipócrita que los mismos partidos que proponen
las deudas como panacea se atribuyan el calificativo de
“progresistas”, como si esa palabra fuera de su propiedad, porque
progresista es quien favorece el progreso y no la miseria que
ocasiona vivir de deudas. Es cierto que hay países que tienen una