ENQNQLAB

(rjguadog) #1

desplomarse en cualquier momento.
—Yo... no he matado a nadie, se lo juro.
—¡Miren cómo reacciona! —pidió la viajera irascible—. ¡Se está poniendo
rojo! ¡Eso le pasa por mentir!
—¡No haga como que se queda sin aire, hombre! —exclamó un pasajero
iracundo—. ¡Le han pillado! ¡El detective le ha pillado!
—¡Qué buen detective es este Harlon Cracksey! —dijo otro—. Ha resuelto el
caso sin despertarse. ¡Estando dormido!
El detective olvidó felizmente su sueño y comenzó a ilusionarse. «Lo he
conseguido», pensó triunfalmente. «Y sin ayuda de nadie». Por primera vez en su
carrera profesional había tenido la oportunidad de investigar algo serio, aunque el
cansancio y una extraña copa de wiski le habían hecho rechazar la idea en un
principio. ¡Sí, había resuelto un caso de asesinato! ¡Y estando dormido! Además,
no parecía haberse equivocado: aquel anciano era evidentemente culpable. Su
propio cargo de conciencia lo estaba matando. El viejo jadeaba, se tambaleaba, se
asfixiaba. La cianosis comenzó a invadir su tez.
—¡Se ha levantado! —observó un pasajero.
—Señor... ¿Rudopsis? ¿Rodepsis? Mírese —ordenó Harlon—. Apenas puede
respirar, apenas puede articular palabra, apenas puede moverse. Está pasando del
rojo a un azul violáceo muy evidente. ¿Sabe qué indican esos síntomas?
Culpabilidad. ¡Sí, culpabilidad!
El público presente aplaudió y vitoreó a Harlon, exclamando repetidamente:
—¡Detective durmiente! ¡Detective durmiente!


Martín Rudepsis cayó al suelo, inconsciente, justo cuando Melibia aparecía en
el vagón. Estaba sudando y ella misma pensaba que debía de despedir un olor poco
agradable, pero esperaba que eso quedara compensado por haber salvado la vida de
todos los pasajeros. Se abrió paso con la compañía de dos operarios y de Ana,
orgullosa de su mentora.


—Gracias... ¡Gracias por sus dispositivos electrónicos! Sin ustedes, no lo
habría conseguido. Por cierto —recordó Melibia—, al final no nos ha hecho falta
usar estos equipos. —Señaló a dos trabajadores que cargaban con dos artilugios
verdaderamente extraños: tenían forma de escopeta, pero con cables y electrodos,

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