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(rjguadog) #1

el colegio. Espero que te encuentres en un mundo mejor. Heidelberg, Alemania, 8
de marzo de 1972. Te quiere...». Y ahí iba el nombre de tu madre.
»Y debajo, con letra totalmente distinta, ponía: «Gorgos, capullo, más te vale
enseñar esta carta a Harlon en cuanto aprenda a leer. Que nos conocemos, y eres
capaz de dejarla caer al río». Quien escribió eso último fue tu padre, tu verdadero
padre.
—¿Realmente no recuerdas cómo se llamaba mi madre? ¿Y mi padre? —El
joven estaba tan desesperado como desconcertado y absurdamente convencido de
que conocer un par de nombres iba a arreglar el embrollo que se hallaba bajo su
meninge.


—¡Claro que recuerdo cómo se llamaba mi mejor amigo! ¿Cómo podría
olvidar tal cosa?


—Dímelo... ¡Por lo que más quieras, dímelo!
Sí, sí, yo te lo quiero decir, pero me queda tan poco de vida... Sí, tardo dos
segundos en decirte su nombre, pero es que sé lo que va a pasar: que me muero
justo cuando voy por: «Tu padre se llama...». Gorgos se resignó, probablemente
comprendiendo que Harlon no se resignaría . Bueno, si insistes en que te lo diga...
¡Vale! Es difícil de pronunciar, pero ahí va. Tu padre se llama...
Se hizo el silencio. Gorgos Cracksey murió con la boca abierta, los párpados
levantados, las cejas arqueadas. Y ya podría haber ocurrido lo mismo que con Antón
Lieja, pero era un caso totalmente distinto: Gorgos siempre estaba seguro de todo,
hasta de morirse. En su muerte no había incertidumbre.

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