EL MAGO DE JOULEBURG.........................................................................................
El presidente de El Valle no había hecho un solo gesto durante la exposición
de Harlon.
Cherry Howllend parecía divertirse mucho y, formando con los labios una
mueca sensual desde el punto de vista de un ánade, comenzó a aplaudir lentamente.
—¿Y por qué eso tiene que suponer un cambio radical en tus objetivos, Harlin?
Yo no me he molestado mucho en desentrañar la verdad sobre mis progenitores. Mi
auténtica familia es Stevn y los Cracksey en general. Imagina que me da por
investigar, descubro que Stevn estuvo detrás de la falsa acusación de regicidio que
sufrieron mis padres, me enfado con él y pierdo mi sueldo vitalicio. La verdad,
Harlin, no es más que la más dañina de las mentiras.
No era la única que pensaba así. De hecho, casi cualquier persona vive mejor
ignorando, siempre y cuando ignore lo que ignora. Y algunos, algunos a quienes
podemos llamar cínicos, son felices incluso en la ignorancia consciente.
Harlon titubeó un poco, pero finalmente respondió sin dudas y sin influencias
ajenas:
—He visto muchas películas donde el protagonista no sabe de dónde procede
ni quiénes son sus padres. Entonces, comienza una aventura para averiguar sus
orígenes. Descubre que en realidad es hijo de un monarca, de un emperador o
incluso de un banquero con una actriz, que fue asesinada y ahora está muerta. —El
detective aceleró el discurso, comenzando a hablar muy rápido—. Decide vengarse
de los malos y rescatar a una rubia que tenían secuestrada, llevándola en su moto.
¡Ah! Y esa chica está muy, muy buena. Ella no se habría fijado en él si hubiese sido
verdaderamente el hijo de las dos granjeras lesbianas que lo adoptaron, pero, ahora
que va a heredar un trono, un imperio o incluso un banco, surge el amor sincero y
puro.
Era (y sigue siendo) un argumento muy recurrente en las películas y series de
televisión del mundo del interior de la tostadora. A veces, en uno de esos arrebatos
de originalidad que solo pueden tener unos pocos elegidos, la productora decidía
que la chica fuese morena.
—Una moto estupenda, por cierto —añadió Harlon.