al Street Fighter II, no sabía nada sobre cómo acceder a otros mundos.
—¡Aquí está! —exclamó Roberto cuando finalmente encontró su casa—. Calle
Azorín, que rima en consonante con Tintín. Número 577, los tres primeros
decimales de la constante de Euler-Mascheroni.
—Usas reglas mnemotécnicas para saber dónde vives, xiquet —observó Ana.
—Nunca fallan —dijo orgullosamente él.
A la niña no le sorprendió. ¿Cómo iba a recordar su dirección un chaval
que no recuerda el comando para hacer un Kikouken? En cambio, ella tenía una
memoria prodigiosa. Recordaba perfectamente la geografía y la historia de
los mundos alternativos. No tenía tanta suerte con las de este mundo, que
consideraba más aburridas y menos importantes.
El Sr. Angulo abrió la puerta en cuanto escuchó el incómodo sonido del timbre.
Era su día libre y temía que dejara de serlo en ese momento. Tenía la esperanza de
que su hijo siguiera en el colegio y no hubiese sido expulsado otra vez por negarse
a leer a Balzac. «Ojalá sean testigos de Jehová», se dijo. «O comerciales de
Prosegur, o infantes que piden el aguinaldo en verano, o voluntarios de alguna
asociación benéfica, o sicarios que vienen a extorsionarme». Pero su esperanza se
desvaneció al ver que Roberto y una niña uniformada llegaban a su casa en pleno
horario lectivo.
Roberto se encargó de hacer las presentaciones:
—¡Hola, papá! Esta niña de nueve años es Ana. No sé por qué, pero a ella sí la
han admitido en un colegio femenino.
—Encantado, Ana —dijo el buen hombre.
—Ana —continuó Roberto—, este hombre es mi padre y se apellida igual que
yo. Pero él nació antes, así que no puede decirse que me copiara.
—Mis condolencias por tener un hijo así —dijo la comprensiva niña.
El niño procedió a enseñar su humilde morada a su nueva amiga. Según él, era
una casa llena de recuerdos, pero no recordaba cuáles. La televisión del salón era
de Sony, después de haber tenido malas experiencias con Panasonic. Había muchas
estanterías con libros de todo tipo. En la habitación de Roberto había juguetes y
sistemas electrónicos de entretenimiento.