ENQNQLAB

(rjguadog) #1

Doctor se levantó de su sillón, se acicaló la perilla, acarició su cabeza afeitada y
decidió interrumpir el continuo trabajo del becario a su cargo. Franchís escribía
código para simular lo que para un neófito sería simplemente
un emisor de radiación iota para crear un túnel cuántico a un nivel macroscópico,
pero que los expertos llamaban cacharro para atravesar las malditas montañas
esas.
—Han aparecido dos niños... del mundo exterior. ¿Qué opinas tú, Franchís?
El principal colaborador del Dr. Doctor se había graduado en Física con una de
las mejores notas de su promoción, había cursado una maestría en el Instituto
Tecnológico de Tesland y parecía ser todo un genio de las nuevas tecnologías. Su
director le prometió que, si echaba diez horas diarias en los laboratorios, acabaría
teniendo un sueldo casi tan alto como el alquiler de su habitación. Por doce horas,
vacaciones pagadas. Por catorce, despacho propio.
Franchís trabajaba durante dieciséis horas al día.
Su respuesta fue precedida por un temblor.
—Doctor Doctor, sabe que mi mentalidad científica es tan científica como su
mentalidad científica. Que yo soy como usted...
—Por supuesto. Siempre digo que tú eres más como yo que yo mismo. Pero,
Franchís, ¿qué ocurre? Te noto nervioso. ¿No has dormido tus tres horas diarias de
rigor? ¿No estás cumpliendo tu plan de comer al menos seis veces por semana?
—Doctor era extremadamente atento con sus colaboradores—. ¿Qué te pasa?
—Pues... que, pese a mi mentalidad científica, no puedo evitar acordarme de la
profecía.
El joven rebuscó entre un montón de objetos antiguos desordenados. Había
tarjetas gráficas con más de un año de antigüedad, fotos de la Primera Comunión
del Dr. Doctor y trofeos de Liga del Athletic Club que habían acabado en el mundo
del interior de la tostadora por algún misterioso motivo. El polvo le hizo toser y sus
finísimos brazos se congestionaban al levantar más de ochocientos gramos, pero
finalmente extrajo una rara tabla lítica.
—Esta profecía milenaria, doctor Doctor, fue enunciada hace ciento cincuenta
años. Va pasando de generación en generación, así que mucha gente en este mundo
ha oído hablar de ella. Pero la tabla original ha estado siempre en el laboratorio que
usted dirige por méritos propios. Y por la torpeza del anterior director, que bebió

Free download pdf