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(rjguadog) #1
El cadáver no desprendía ningún olor, más allá del debido a la opinión de Antón
Lieja sobre los desodorantes. Tampoco mostraba signos de deshidratación ni de
violencia. Fuera un homicidio, fuera un suicidio, hasta el cuerpo dudaba de que
hubiese muerto. Los mecanismos catabólicos propios de la defunción no habían
comenzado, ya que a las mitocondrias en las células de cada tejido no les había
llegado aún el mensaje de que había que morirse de una vez, y seguían con su quinto
desayuno de glucosa y oxígeno.

—¡Abuelito! —Roberto gritaba con tristeza. Había cogido mucho cariño a ese
hombre.
—¿Abuelito? —Grey se extrañó.
—No esperábamos encontrar a nadie con vida en este piso —reconoció la agente
Pink, compadeciéndose de los pobres infantes—. Niños, ¿por qué lloráis? ¿No os
queda helado de pistacho?
—¡Lloramos porque nuestro abuelito ha muerto! —explicó Ana entre sollozos—.
Pero la verdad es que esto se podría sobrellevar con algo de helado.
Roberto y Ana se enjugaron las lágrimas y se dispusieron a dar las explicaciones
que necesitara la policía, pues se consideraban buenos ciudadanos. La agente Pink
les proporcionó pañuelos de celulosa.
—Yo soy Roberto Angulo Gracia, un niño de nueve años con un gran futuro por
delante. Mi amiga es Ana González van Mulder. Y este señor —dijo Roberto
señalando a la víctima— es Antón Lieja, nuestro abuelo.
—¡General de la Brigada Plúmbica! —apuntó Ana—. ¡Conquistador de
Tesland!
El buen hombre se había encontrado con la sincera aprobación de la pequeña,
que en aquel momento solo tenía cuatro abuelos. La niña había convencido a
Roberto de que adoptara a Antón como su abuelo, ya que, según la Declaración
Invisible de los Derechos Infantiles, cada niño tiene derecho a al menos cinco
abuelos. Lamentablemente, el Gobierno Intermundial Secreto hacía lo posible para
que no fueran conscientes de los privilegios inalienables que tenían por haber
nacido niños o niñas.
—¡Qué manía le ha dado a la gente con tener nietos antes que hijos! —se quejó
el subinspector—. En mis tiempos, los hijos siempre iban antes.

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