ENQNQLAB

(rjguadog) #1

—Missball —dijo White levantando las cejas.
—Eso es, tronco: hay partido —amplió Black, aun sabiendo que su compañero
había aportado información suficiente—. ¡No nos vamos a perder a los Megahertz
Missers!
—No pasa nada. ¡Que no os pueda la presión! Pero que no pase del jueves.


El muerto había tenido suficiente. Primero le matan y después le acusan de
suicidio.


Es sabido que en el mundo del interior de la tostadora, al pertenecer las
personas a un nivel femtoscópico, no se cumplen al dedillo las leyes de nuestro
mundo. Esto es particularmente flagrante en el corregimiento de Hertzig. De ahí
que muchas personas en ese distrito aseguren que los muertos hablan. Por supuesto,
están erradas o sencillamente locas.


Lo único cierto, ahora bien, es que esas personas les escuchan.
Y Roberto era capaz de escuchar a Antón Lieja.
—¡Nieto mío! Tú puedes oírme, ¿verdad?
»¡Díselo! Asegúrales que me han matado. Fue el arrendador, ¡caray! ¿Cómo
no voy a saberlo yo, que soy el muerto?
»¡Nietecito! ¿Por qué me ignoras? ¿Ya no me quieres?
¡Claro que seguía queriendo a su abuelo! Pero también amaba la imagen de
niño brillante, sensato y encantador que, equivocadamente, pensaba que los demás
tenían de él. Comprendió que el escuchar a los muertos era un don especial y
afortunado, es decir, un motivo de discriminación y exclusión. ¡Ya había sufrido
demasiada exclusión por negarse a leer a Balzac!
—Ahora que lo pienso —dijo finalmente Roberto—, es posible que se muriera
solo.
—¡Lo sabía! —exclamó Grey, alzando al niño en señal de aprobación, una
aprobación que secundaron los demás policías. El pequeño se sintió satisfecho.
Aquel joven a quien el policía había llamado Cracksey, no obstante, seguía
suspicaz.
Ana y Antón le reprocharon su traición, pero, para los demás presentes, la única
que protestaba era Ana. «Dejaré que piensen que es ella la loca», resolvió. Todos

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