ENQNQLAB

(rjguadog) #1

ASESINATO EN EL QUANTUM EXPRESS


A Roberto se le ocurría una sola cosa más interesante, más gratificante y más

estimulante que seguir observando ese paisaje absurdamente cambiante: importunar
a Harlon. Pero, sorprendentemente, al detective no le gustó tanto ser despeinado
como al niño despeinarle:
—¡Estate quieto! ¿No te enseñan en el cole que no debes entrometerte en la
vida sexual de los demás? Esta chica es sordomuda y necesita mi apoyo.
—No soy sordomuda —intervino ella—. No te estaba haciendo caso por
imbécil.
—Perdona, nena, te había juzgado mal —dijo Harlon, y volvió a dirigirse a
Roberto—. Que dejes de entrometerte, chaval. Esta chica es imbécil y necesita mi
apoyo.
El tren acababa de alcanzar su primera parada fuera de Hertzig: la Estación de
Balmer, casi siempre coincidente con Berkelio del Camino, un destacable
municipio a veinticinco kilómetros de Hertzig. La joven se levantó y salió del
vehículo, dirigiendo a Harlon palabras que un niño de los ochenta habría entendido
por la calle y un niño del siglo XXI habría entendido por internet. Aquel niño de
los noventa, de todas formas, era suficientemente inteligente para intuir que no eran
cumplidos.
—Mira lo que has hecho —reprochó Cracksey a Roberto—. ¡La has espantado!
La tenía en el bote, pero sin mi peinado a lo Revende sin cláusula...
El pequeño no se molestó en disculparse. Dejó al detective recomponer su
peinado y su corazón, y probó suerte con su amiga, que no estaba conversando con
nadie.
—Oye, Ana, una preguntita. ¿Por qué el paisaje va cambiando tan
caótica e impredeciblemente?

Free download pdf