buscando en estos puertos de la Mona y San Germán y la Aguada y
Cabo Rojo y los demás puertos y caletas a estos circunstantes y no
teniendo nueva del dicho corsario por ninguna vía, habiendo recibido
respuesta de los oficiales y Teniente de Puerto Rico en que os avisen
que no ha parecido por aquellas partes y hecho sobre ello todas vuestras
diligencias, con parecer de los dichos maestres pues parece que de
nuestra parte se ha cumplido con echarlo desbaratado de estas partes.
Parécenos que os debéis luego venir sin os detener más por allá así
porque es mucha razón que esta flota se despache como porque no se
hagan más costos y gastos no siendo necesario.
Acá se ha platicado y parécenos bien que si la nao no halláseis
en la isla de la Mona que vayáis derecho a San Germán y a la entrada
de aquel puerto no se tire ningún tiro de pólvora y no hallando allí el
corsario habéis de proveer luego en la misma hora el mensajero, que
arriba decimos, a Puerto Rico y otros tres mensajeros con hombres de
aquel pueblo que sepan la tierra, el uno a la Aguada, y el otro a Cabo
Rojo, y el otro a un puerto de la banda del sur que se dice Guánica para
que éstos sepan si el corsario está en alguno de estos puertos y os
traigan la nueva de ello, porque conforme a lo que supiéreis, así podáis
proveer lo que conviniere.
Carta de los Vecinos de la Villa de San Germán a los oidores de la
Audiencia Real
Muy noble señor:
La carta de vuestra merced recibimos el miércoles pasado que
se contaron nueve de este mes de septiembre presente, a hora de
mediodía y juntamente la relación que el señor capitán Oliveros nos ha
dado de lo sucedido con la nao francesa y nos ha placido mucho del
combate que se le dió a aquel traidor. Plega a Nuestro Señor que
vuestra merced se torne a ver con él viéndose, tenemos por cierto que
dará fin de la vida y nao, etc. etc. En lo que vuestra merced manda que
estemos avisados para si aqui saltaren en tierra se les haga daño, así se
hará, porque la gente aunque poca, está de tan buena voluntad que
certifico a vuestra merced que osarán acometerles aunque muchos
saltasen en tierra porque están lastimados y mordidos.
En lo que vuestra merced dice de la nao francesa, desde el
domingo seis días de este mes, anduvo junto a esta Isla del Desecheo a
la punta de este puerto, y el miércoles siguiente, el dí que esta carabela
entró en este puerto, anduvo la dicha nao sobre el Aguada y el jueves
siguiente tomó la vía de Puerto Rico con un vendaval que hizo y no ha
parecido más.