Presente y futuro del pensamiento cubano 257
ideológica. Llegamos así al punto crucial, por cuanto los intelectuales
honestos «no-revolucionarios»—según reconoce Fidel en su dis-
curso—constituyen un problema para la Revolución del mismo modo
que la Revolución constituye un problema para ellos, debido al tema
de la libertad de expresión. A continuación, la estocada mortal: la Rev-
olución proporciona libertad de expresión a los «no-revolucionarios»
que, para ejercerla, tienen que situarse dentro de ella. Es una situación
bastante contradictoria como la propia conclusión del silogismo:
«Dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución, nada». En lo
adelante, el derecho de los intelectuales a la libertad de expresión y al
disenso (problema medular en aquellas reuniones) será sustituido, en
el discurso del Comandante, por el derecho de la Revolución a existir.
Y esto, a título de derecho supremo y absoluto. Es decir, el tema de la
libertad de expresión quedará sepultado por el principio sagrado,
impuesto no solo a los intelectuales, sino—desde aquella tribuna—a
todos y cada uno de los ciudadanos de la nación.
Creo que esto es bien claro ¿Cuáles son los derechos de los escritores y
de los artistas revolucionarios o no revolucionarios?—Pregunta el
Primer Ministro con tono de maestro de escuela y él mismo se
responde—Dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución,
ningún derecho^18. Y esto no sería ninguna ley de excepción para los
artistas y para los escritores. Este es un principio general para todos los
ciudadanos.
Así, pues, arriesgo la hipótesis que la Cuba revolucionaria (en el
orden político, económico, histórico, cultural, deportivo, educacional
y, particularmente, ideológico) se puede y se deben entender a partir
de Palabras a los intelectuales. Entender el carácter del proceso revolucio-
nario cubano es entender, básicamente, que el pensamiento de Fidel
Castro gira estacionaria y obsesivamente en torno a ese precepto, cuyo
origen se remonta a la Italia fascista. La Declaración del Secretariado
de la UNEAC—transcurrido medio siglo de aquél fundacional dis-
curso—no expresa una política cultural acorde con los tiempos que
- Compárese esta enrevesada posición con el martiano «con todos y para el bien de
todos», tan transparentemente inclusivo.