pensaban, que si los planetas eran dioses, entonces solo
necesitaban estudiar sus movimientos para deducir los
acontecimientos humanos con anticipación. En mi opinión, es un
error creer que los planetas pueden influir en las personas
directamente, porque ni tienen la energía que posee el sol ni
tampoco su gravedad lo que determina que su influencia sobre la
Tierra sea mínima. Sin embargo, no me parece descartable que la
estación, o el mes en el que un niño nace puedan influir
ligeramente en su personalidad futura, debido el efecto que la
temperatura ambiental pueda causar durante los primeros
meses de vida sobre su cuerpo o su mente, pero también hay
que decir, que las estaciones del año y su influencia sobre las
personas no tienen por qué relacionarse con los planetas,
porque cada vez que se repite un mes o una estación, los
planetas no repiten la misma posición que tenían el año anterior
y por lo tanto no tienen por qué contar a la hora de considerar el
mes de nacimiento. Es cierto que el sol, la luna, y en menor
medida los planetas pueden influir en la vida humana
indirectamente y desde un punto de vista físico mediante su
energía y gravedad, por eso, hay muchos seres vivos en la
naturaleza que sincronizan algunas de sus características
biológicas con las estaciones, la hora del día, o las fases lunares,
pero es un error pensar que por eso son dioses o tienen una
influencia directa y personal sobre la voluntad de la gente.
Seguramente, la capacidad adivinatoria que se atribuía a los
antiguos astrólogos no era debida al influjo de los planetas, sino
a las cualidades de los espíritus de la Tierra o de los seres
extraterrestres que se hacían pasar por dioses planetarios para
comunicarse con ellos. Pero lo más probable, es que en la
mayoría de las ocasiones, la capacidad de videncia la tuvieran
desde su nacimiento, pero la ocultaban bajo el disfraz de la
antonio.p
(Antonio.P)
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