seres del universo están sometidos a la rueda del tiempo que
determina que unas veces seamos sabios pero otras veces
seamos ignorantes, cuando nos regeneramos volvemos al
principio y nos volvemos ignorantes, en ese momento dejamos
de estar conectados a la parte de Dios que representa la verdad,
por eso, solo las leyes eternas e inmutables que rigen el cosmos
pueden ser consideradas permanentes y son la mejor definición
de Dios, aunque sea cierto que la construcción del universo o la
naturaleza se deba a nosotros mismos.
Un ser individual puede estar o no en consonancia con las leyes
universales debido a la ignorancia que se adquiere después de la
reencarnación, en ese momento no se le puede considerar como
parte de Dios desde el punto de vista intelectual, pero desde el
punto de vista físico todos los seres lo son tanto si están en
consonancia con la verdad como si no. De ahí viene la expresión,
“no estar en consonancia con las leyes de Dios”, es decir que
como ser vivo todos formamos parte de Dios, porque nuestro
espíritu es eterno y a lo largo del tiempo unas veces somos
sabios pero otras somos ignorantes, unas veces somos los
primeros pero otras somos los últimos. Esto es debido, a que no
siempre estamos en consonancia con las verdades universales,
unas veces estamos más cerca de la verdad y participamos más
en el desarrollo del universo y otras veces estamos más lejos y
participamos menos. Esas verdades existen con independencia
de que nosotros las conozcamos o las tengamos en cuenta.
Un hombre puede acercarse a esas verdades divinas en mayor o
en menor medida, pero son desarrolladas principalmente por el
ser o seres que sostienen el universo material y que forman las
estrellas y los planetas. A diferencia de un hombre, el ser
universal nunca olvida su conocimiento mientras dura el ciclo
cósmico, porque si lo hiciera el universo se desmoronaría. Un
antonio.p
(Antonio.P)
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