existen en el universo, y a partir de ese momento, los filósofos
también serán considerados científicos. Cuando eso ocurra, ya
no habrán templos, porque Dios no tiene casa y está en todas
partes, entonces, el verdadero templo será el alma de los justos
y todas las fuentes de conocimiento que disponga el mundo.
Cuando nos dedicamos a las tareas productivas, nos sumergimos
y fusionamos con la máquina que es la sociedad, porque al
dedicar poco tiempo a pensar nos inclinamos sin darnos cuenta a
asumir y aceptar las ideas generalmente aceptadas por el
sistema, incluso lo hacemos con una actitud demasiado
optimista con respecto al mundo que nos rodea. Esto ocurre,
porque cuando dedicamos mucho tiempo a las tareas físicas la
energía y el tiempo disponible lo dedicamos en su mayor parte a
nuestro cuerpo y no a nuestra mente. En esta situación, la mente
pierde la posibilidad de poder concentrarse debido a que ambas
tareas son, hasta cierto punto incompatibles. Dicho de otra
forma, cuanto más tiempo dedicamos a las tareas físicas menos
concentración mental podemos obtener porque las tareas físicas
se hacen con el cuerpo y sin concentración y en cambio las
tareas mentales se hacen con la mente y con concentración, por
eso, el trabajo físico reduce la eficacia de la meditación. En
realidad, cuando nos dedicamos a las tareas físicas también
pensamos o meditamos, lo que cambia es la profundidad de la
meditación. Esta situación ocurre en parte por el cansancio y en
parte es por tener poco tiempo para meditar, por eso, nos
inclinamos a pensar que todo está bien y aceptamos las
opiniones del grupo para así poder concentrarnos en nuestro
trabajo y sentirnos mejor.
En aquellos casos en los que se trabaja con demasiada intensidad
la mente individual puede quedar absorbida por el pensamiento
grupal, que consiste en asumir como propios aquellos postulados
antonio.p
(Antonio.P)
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