El origen del cosmos

(Antonio.P) #1

55 LA VELOCIDAD DEL ALMA


Para que el universo pueda funcionar, es necesario que existan
unas reglas comunes que actúen por igual en todos los sitios con
independencia de la distancia, también es necesario, que todos
los procesos atómicos funcionen sincronizados a la velocidad de
la luz. Esto significa, que las partículas materiales que coordinan
los átomos necesitan desplazarse a la velocidad de la luz para
provocar efectos en otros puntos del universo. Esto es válido
cuando se analiza la velocidad de la materia pero no es aplicable
a la velocidad del alma. Dicho de otra forma la velocidad que se
usa para la comunicación de la materia no se puede aplicar al
sistema que se utiliza para transmitir las sensaciones o
sentimientos del alma en el interior de un mismo ser. Todos los
seres del universo, es decir todos los espíritus que son dueños de
la materia que los forman se caracterizan por tener todas sus
partículas unidas directamente entre sí mediante una conexión
material. Esta conexión no se interrumpe en ningún lugar y une
todas sus partículas directamente entre sí porque no hay espacio
vacío entre ellas, sin embargo, no tienen una conexión directa
con el resto de seres, por eso son seres diferentes. Es decir que
un ser puede tener diferentes partículas, pero el hecho de que
formen parte del mismo ser se debe a que están unidas
directamente.
Esto determina, que todas las sensaciones que se producen en
un punto son compartidas de forma instantánea por todo su ser,
esto es así, porque las sensaciones no viajan por su interior ya
que en el interior no hay materia sino vacío lo que determina
que una sensación producida en un punto es compartida en
todos los puntos que forman parte del mismo ser en el mismo

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