El origen del cosmos

nuestro cuerpo en realidad es controlada y pertenece al ser
universal para que así nosotros solo tengamos que ocuparnos de
nuestro espíritu y de nuestra alma por eso, la mayor parte del
tiempo, el alma se encuentra en posición pasiva, porque en esa
posición es más fácil recibir sensaciones y no tiene que ocuparse
de las funciones inferiores ya que le son cedidas la ser universal.
Dentro de nuestro cuerpo solo el alma que lleva en su interior es
realmente parte de nosotros, de ese modo podemos centrarnos
en las funciones superiores que son lo que realmente define la
vida humana.
El alma como elemento femenino y sensible, es constante y
eterna y es la verdadera depositaria del ser. El alma, al principio,
después de separarse de la partícula original y convertirse en un
ser diferente, creó otras partículas para así tener la capacidad de
memoria necesaria para seguir evolucionando. Luego, se
recubrió de materia prestada por el ser universal y creó su
cuerpo espiritual que le acompañará durante todo el ciclo
cósmico. Este cuerpo artificial sirve como banco de memoria,
como vehículo de transporte y también como medio de
intermediación con la materia de todo el universo. Luego, el
espíritu, creó el cuerpo material o humano que está formado
totalmente con la materia del ser universal. La vida del cuerpo
humano es más corta al ser más denso y sólido que el espíritu,
esto es así, porque la densidad suele ir unida a la energía.
Cuando la energía va unida a la densidad, el deterioro de las
formas es más rápido que en el mundo espiritual, pero, a
cambio, también son más intensas las emociones que el alma
recibe, por eso es útil reencarnarse en la materia. Sin embargo,
eso no tiene por qué ser un problema, porque debido al
progreso tecnológico los conocimientos que cada persona tiene
ya no dependen solo de sí mismos al ser conservados por el