En 1994 denunciamos los tóxicos de Arica y le exigimos a
Suecia hacerse cargo de ellos
No más campos minados en Chile
En 1994 denunciamos que, diez años antes (1984), en plena dictadura, la empresa sueca Boliden Mineral formó una alianza
criminal con la empresa chilena Promel para, burlando todos los controles sanitarios, ingresar 21 mil toneladas de residuos
tóxicos con arsénico, mercurio y sustancias cancerígenas en un lugar fiscal que arrendaron en el cerro El Chuño (Región de
Arica y Parinacota).
El Instituto de Salud Pública (ISP), dirigido por un coronel de Pinochet, dio la autorización del ingreso. Más tarde ese mismo
régimen permitió que se levantaran poblaciones sobre un basural de residuos tóxicos. Los habitantes sufrieron las
gravísimas consecuencias de vivir sobre un suelo contaminado. Desde entonces hemos establecido múltiples demandas y
recursos judiciales para que el estado sueco asuma su responsabilidad; presentamos un proyecto de ley para impedir la
prescripción del tráfico de residuos tóxicos por ser un atentado contra los derechos humanos. En junio de 2021, junto a 24
senadores, presentamos un proyecto de acuerdo transversal, para que el gobierno exija a Suecia repatriar los residuos y que
no ampare empresas criminales.
En 1997, como diputado y miembro de la Bancada Verde, denuncié la
existencia de campos minados en zonas turísticas y Parques Nacionales de
Chile que habían matado 150 personas. Por ello, junto a la ONG Zona Minada,
exigimos a los gobiernos que el retiro de explosivos sin estallar se incorporara al
presupuesto nacional como política prioritaria.
Personalmente, el 2011 como presidente del Senado, fiscalicé el retiro de
buena parte de las 100 mil minas antipersonales, 150 mil minas antitanques y
un número indeterminado de municiones militares que aún estaban
instaladas en lugares tan remotos como Isla Picton en Tierra del Fuego.
El Mercurio, 7 de agosto, 2009Junto a víctimas de minas exigiendo el fin de los campos
minados y políticas de reparación para ello