Dominga: ¡Un mall en Machu Picchu!
En 2017, junto a organizaciones sociales de La Higuera y parlamentarios de Coquimbo denunciamos que construir un puerto en
Punta de Choros donde está la reserva de Pingüinos de Humboldt, de Isla Choros-Damas, -uno de los hotspot de mayor
biodiversidad del planeta- era un crimen ecológico y un atentado a la naturaleza equivalente a que Perú permitiera un mall en
medio de Machu Picchu.
Desde entonces, nos hemos opuesto al puerto de la CAP Cruz Grande -aprobado entre gallos y medianoche- y también al del
complejo minero portuario Dominga, porque la circulación de barcos, la actividad industrial y la pérdida de desechos o fuga
de combustible dañarían de manera irreversible el hábitat del 80% de la población total de pingüinos de Humboldt, de lobos
marinos, chungungos, aves como el yunco, el petrel y donde se alimentan las ballenas azul, jorobada y de aleta o fin, entre
otras especies, cuya existencia está amenazada por los embates de proyectos de inversión de rentabilidad cortoplacista.
Además la tramitación de Dominga está marcada por la presión de fuertes lobby. En el 2010 el empleado de Penta, Pablo
Wagner, fue nombrado subsecretario de Minería sin tener expertis en el tema y con la principal misión de aprobar el
proyecto, tal como queda claro en los mails conocidos en el proceso judicial al que debió someterse.
Dominga también es ilegal porque no se tomó en cuenta el informe de Conaf -el único organismo técnico- que denunciaba
que la empresa subestimaba el área de influencia y no realizó el Estudio de Impacto Ambiental sobre el ecosistema marino.
Presentamos diversos recursos judiciales, acusamos que se estaban violado tratados internacionales, acudimos a la
Contraloría General de la República para detener este atentado ecológico y le solicitamos, públicamente, al Presidente Piñera
que firme el decreto que declarara toda esa zona de reservas como Área Marina Protegida y que enterrara de una vez
Dominga, antes que Dominga lo enterrara a él.