Cuenta Pública Guido Girardi

(Guido Girardi) #1

La minería ha sido el principal sueldo de Chile y así está adherido en el ADN de nuestra identidad como país. Pero hoy es un sueldo bajo,
contaminante y peligroso para las próximas generaciones si se sigue explotando como hace décadas.


Es imprescindible modernizar todo el proceso de extracción y producción del mineral con el objetivo de disminuir al máximo las emisiones. La
Comisión Desafíos del Futuro convocó a más de cien expertos y expertas en la materia -tanto del sector privado, como de la academia y de
la sociedad civil- para conformar una Comisión de Minería Verde y elaborar una propuesta de cambio de la manera de extraer las riquezas
mineras y de repartir costos y beneficios. Hubo consenso en que se debe aplicar ciencia y tecnología para eliminar o reducir las emisiones; los
pasivos hídricos y los contaminantes relaves; proteger a la comunidad y compartir los beneficios; desarrollar soluciones inteligentes y de largo
plazo. Sólo así la actividad minera recuperará legitimidad y el aprecio de la población nacional.


Queremos una minería verde que no utilice combustibles fósiles sino que hidrógeno producido por energías renovables, que no dispute el agua
con las comunidades y ocupe sólo agua desalada. Una minería que no exporte piedras sino que desarrolle fundiciones -con hidrógeno- para
recuperar los metales preciosos y las tierras raras que hoy regalamos a China en el concentrado de cobre. Que utilice nanotecnología para
tratar los residuos y biotecnología en los procesos de biorremediación con los contaminantes. Y que por medio de la inteligencia artificial haga
minería in situ para extraer el mineral removiendo menos suelo y tener un menor impacto.


El cobre chileno, con huella de carbono bajísima, va a ser trascendental para la transición energética del mundo porque cada vehículo
eléctrico requerirá más de 100 kilos y los camiones mineros más de 400 kilos del metal rojo que también será fundamental para la transmisión
de las energías renovables.


El 35% del territorio chileno tiene vocación forestal y sólo un 6% vocación agrícola. Esta enorme superficie boscosa, con toda la
biodiversidad que alberga y su rol como mitigador de los efectos del cambio climático, convierten a Chile en un país con gran
potencial forestal. En un futuro próximo construir con cemento no será viable por la enorme cantidad de emisiones de carbono
que produce su empleo. Con las tecnologías actuales la madera puede ser tan dura como el acero, pero mucho más liviana. Ya
en muchas partes del mundo se avanza en la construcción de infraestructura, edificios y viviendas.


En Chile, con madera, se podría resolver el déficit de 500 mil casas en pocos años, pero aquello implica desarrollar una política
marco que permita producir madera sustentable que no afecte la biodiversidad ni el recurso agua, que tenga regulación para
enfrentar los incendios, que se relacione con las comunidades y los pueblos originarios. Y que por cada hectárea de plantación
forestal se compense con una hectárea de bosque nativo. Para eso al alero de la Comisión Desafíos del Futuro constituimos
la Mesa de la Madera con 50 científicos, académicos, ecologistas, innovadores y representantes de empresas que trabajan en
elaborar -a corto plazo- una estrategia forestal que permita aprovechar ese enorme potencial.


Nuestros inmensos recursos forestales en el contexto


del cambio climático


Una minería verde, responsable y cuidadosa del medio


ambiente

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