El modelo SAMR
Este modelo plantea una integración de la
tecnología que aumenta en complejidad y efecto de
forma ascendente teniendo en cuenta el proceso de
enseñanza-aprendizaje. Éste consta de cuatro niveles
(y dos capas) cuyas siglas forman su nombre
Sustituir, Aumentar, Modificar, Redefinir.
Sustituir : La tecnología se utiliza como un elemento de sustitución de
otro preexistente, pero no se produce ningún cambio metodológico. La
tecnología en el aula actúa como un sustituto directo de la herramienta,
pero el dictado de la clase no tiene un cambio funcional. Ejemplo que se
le solicite a los alumnos crear un texto con un procesador (Word).
El objetivo aquí es mantener las cosas simples.
Aumentar: La tecnología se utiliza como un sustituto de otro sistema
existente pero se producen mejoras funcionales. Por medio de la
tecnología y sin modificar la metodología, se consigue potenciar las
situaciones de aprendizaje. Ejemplo solicitarle a los alumnos que
busquen información empleando una herramienta de búsqueda (Google).
Redefinir: Se crean nuevos ambientes de aprendizaje, actividades, etc.
que mejoran la calidad educativa y que sin su utilización serían
impensables. Aquí, los alumnos pueden crear materiales audiovisuales
que recogen lo que han aprendido como proyecto de trabajo y que
resultan de utilidad fuera de la clase.
Modificar: Por medio de las tecnologías se consigue una redefinición
significativamente mejor de las tareas. Se produce un cambio
metodológico basado en las TIC. A través de aplicaciones sencillas.
Ejemplo se puede solicitar a los alumnos que realicen nuevos contenidos
y presenten la información integrando distintas tecnologías.
