(PNUD), junto al Fondo para los Objetivos
de Desarrollo Sostenible. Esta iniciativa
busca concienciar sobre el impacto en la salud
y en el medioambiente de nuestros hábitos
de alimentación, así como informar sobre la
adecuada practica de una cocina sostenible.
En lo que se refiere a la gastronomía ‘casera’,
también existen medidas a tomar, en este caso
aún más sencillas por depender ‘solo’ de la
voluntad de llevarlas a cabo. La Fundación
ACODEA (Agencia de Cooperación al
Desarrollo Agrícola) insiste precisamente a
este respecto sobre la inutilidad de ejecutar
esfuerzos a nivel nacional y global si estos no
van acompañados de acciones individuales.
Por ejemplo, separar los residuos, cocinar en
lugar de utilizar platos precocinados, emplear
fogones adecuados al tamaño de la olla o
sartén o utilizar la lavadora y el lavavajillas
al máximo de su capacidad. Y antes de llegar
a la cocina también podemos contribuir al
cuidado medioambiental comprando productos
locales y de temporada siempre que sea posible,
realizando las compras en establecimientos
próximos (así no contaminamos con nuestro
vehículo) o eligiendo productos o marcas
comprometidas públicamente con el medio
ambiente. Sobre este último punto, cada
vez se extiende más el uso de las etiquetas
que informan a los consumidores sobre el
impacto medioambiental del producto en
cuestión. Como suele ocurrir con el tema de la
sostenibilidad, alternativas no faltan, solo es
necesario añadir un poco de voluntad.