Tapas N.23 – Mayo 2017

(ff) #1

diMe QuÉ coMes


Y te diRÉ cóMo diRiges


Como todo hijo de vecino, también los grandes líderes mundiales tienen
sus debilidades culinarias, ese plato predilecto capaz de salvar un mal día.

texto javiER máRqUEz SáNCHEz

rOasT Beef
Cuentan que cada vez que
le ponían un buen roast
beef por delante el líder
británico manifestaba su
orgullo patrio, en
contraposición con la
delicada cocina francesa. y
a continuación se lo comía
regado con un buen whisky.

wiNstoN
chuRchill

cereaLes Y paTaTa
Como buena monarca, la
reina suele decantarse por
la comida tradicional
británica, aunque lo que
suele primar en su menú
son los cereales y la
patata. y eso sí, bajo
ningún concepto gambas
ni otros mariscos.

ReiNa
isaBel ii

cOMiDa caLLejera
Hamburguesas, pizza,
bocadillos... Todo lo que
pueda devorar mientras va
dando un paseo es del
gusto del expresidente de
EE UU, quien además es
tan aficionado a la cerveza
que creaó la suya propia:
White House Honey ale.

BaRak
oBaMa


pasTa
El que fuera durante años
chef de confianza de ‘Il
Cavaliere’ asegura que le
encantan las ensaldas y
trabaja poco el pescado.
Pero por encima de todo,
siente pasión por la pasta,
eso sin, sin nada de ajo ni
cebolla. Se lo ponía difícil.

silVio
BeRluscoNi


aLcacHOfas
Cocinadas de cualquier
manera y acompañando a
cualquier otro ingrediente,
por ejemplo, la pasta. Las
alcachofas le pirran al
expresidente francés, al
igual que la trufa negra y
el foie gras. Sin embargo,
no puede con los quesos.

Nicolas
saRkozY

OsTras
Como Paul Newman en la
escena de los huevos de
‘La leyenda del indomable’,
el magnatario francés era
capas de tragar decenas
de ostras de marennes, su
región natal. Pocos días
antes de morir se regaló
un último festín.

fRaNçois
MitteRRaNd

garBaNZOs friTOs
al que fuera primer
presidente de la
democracia española le
encantaba el cocido
madrileño, pero más aún le
perdían los garbanzos
sobrantes, que se
reservaba para cenarlos
fritos con un poco de aceite.

adolfo
suáRez

LaNgOsTa
El presidente más
carismático de EE UU no se
complicaba demasiado en
sus gustos culinarios. El
jamón de Virginia le bastaba
para matar el hambre, y
cuando quería disfrutar de
verdad apostaba por
camarones y langosta.

johN f.
keNNedY
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