EL MUNDO. MARTES 5 DE NOVIEMBRE DE 2019
20
OTRAS VOCES
i
QUISO el azar que fuera el día de San
Carlos Borromeo cuando se celebrara el
único debate electoral entre los candidatos.
El cardenal italiano Carlos Borromeo, hoy
venerado por los católicos como un santo,
tuvo como secretario –y protegido– a
Giovanni Botero, el clérigo e intelectual que
perfeccionó el concepto de razón de Estado
que de forma tan perversa ha empezado a
invocar el actual Gobierno en funciones. La
razón de Estado es lo que permite al
estadista aparcar cualquier consideración
moral cuando está en juego la supervivencia
de un régimen. Es un búnker en el que el
tirano se encierra, nunca inocentemente. El
demagogo, en cambio, suele malversar la
idea mediante la confusión entre el Estado
y el partido, y cierra la puerta del búnker
frívolamente tras de sí para evitar cualquier
crítica a su gestión.
Conviene recordar, cuando el Gobierno
actual invoque la razón de Estado, que
mucho menos azaroso que el que cayeran en
el día de San Carlos fue que el trabajo de
campo de las encuestas que se conocieron
ayer, a unas horas del debate, tuviera que
realizarse cuando se desenterraba de su
tumba al dictador Franco, entre el 14 y el 30
de octubre. Una de las prerrogativas
inevitables con las que un partido en el
Gobierno acude a unas elecciones es su
capacidad para guiar la conversación pública
y el Ejecutivo de Sánchez la utiliza de una
manera tan magistral como cínica.
Cuando Sánchez invoque la razón de
Estado –ayer mismo, cuántas cosas en San
Carlos, El País amanecía con un editorial en
portada en el que la razón de Estado
preñaba cada frase– conviene recordar que
él lo dispuso todo para que el debate
decisivo llegara con España encerrada en el
marco aberrante de la alerta antifascista.
Otra vez. Cuando lamente, plañidero, el
auge de la extrema derecha, habrá que tener
presente que le inyectó la proteína necesaria
en el instante preciso para que llegara
vigorosa a la recta final de la campaña que
había de entronizarlo por el único método
que contempla su megalomanía, la
aclamación; y que su intelligentsia apenas
pudo disimular el júbilo por el sorpasso
demoscópico de Vox a Ciudadanos.
La razón de Estado es ahora el precario
blindaje de quien el mismo 1 de octubre de
2017 legó esta frase a los historiadores:
«Quiero dejar claro algo muy importante:
nuestro profundo desacuerdo con las cargas
policiales producidas en el día de hoy». Dos
días después registró la petición para la
reprobación de la vicepresidenta Sáenz de
Santamaría, que finalmente congeló por la
contestación interna. Y la razón de Estado
será, llegado el caso, el único argumento
que exhibirá para su investidura.
San Carlos
DON GURNETT
7 El científico de la
Universidad de Iowa y
coautor de uno de los
cinco estudios publica-
dos en Nature Astro-
nomy, asegura
que la Voyager
2, que está a
18.000 millo-
nes de kilóme-
tros de la Tierra, ha sali-
do del sistema solar y
continúa enviando da-
tos. Un logro de la inves-
tigación espacial.
La ‘Voyager 2’,
en el espacio
interestelar
LINDSAY HOYLE
7 El que durante nueve
años ha sido número 2
de John Bercow fue ele-
gido ayer nuevo speaker
del Parlamento británi-
co. Laborista y
de 62 años de
edad, Hoyle se
convirtió en el
candidato de
consenso, aunque no to-
mará posesión hasta
que no se forme la Cá-
mara tras las elecciones
del 12 de diciembre.
Nuevo presidente
de la Cámara
de los Comunes
VOX
POPULI
MARIANA ENRÍQUEZ
7 La novela Nuestra
parte de noche, de la es-
critora y periodista ar-
gentina, fue galardona-
da con el premio que
convoca Anagrama, do-
tado con 18.000 euros.
Enríquez, de 46 años,
narra la historia de un
padre y un hijo que re-
corren una Argentina
militariza en los años
90, «una época difícil pa-
ra ser joven», según
confesó la autora.
Galardonada
con el Herralde
de novela
ALBERTO CONEJERO
7 El dramaturgo jien-
nense se alzó ayer con
el Premio Nacional de
Literatura Dramática
por La geometría del tri-
go, un drama rural pro-
tagonizado por una jo-
ven pareja de arquitec-
tos en crisis. El jurado
destacó «su estilo poéti-
co, su dominio en la cer-
tera construcción de los
personajes y la precisa
configuración y desarro-
llo de la trama».
Premio Nacional
de Literatura
Dramática
JOSÉ MANUEL CALDERÓN
7 Tras 20 años jugando
al más alto nivel del ba-
loncesto mundial, 14
años en la NBA inclui-
dos, donde se convirtió
en genio y figura de los
Toronto Raptors, el base
se retira. Él, con su ma-
gia y su garra, fue uno
de los ídolos nacionales
que iniciaron el camino
de los mejores tiempos
de nuestra selección. En
su haber tiene ocho me-
dallas con España.
Llega el fin de la
carrera de un
ídolo nacional
A MENUDO, las
películas malas
tienen una
escena de
discoteca que
suele ser un
poco así, como la
foto de la izquierda: las imágenes
están confusamente compuestas, los
actores gesticulan enfáticamente en
corrillos desperdigados al azar, la luz
es espantosa, hay más hombres que
mujeres y la protagonista pone cara
de disgusto (una vez leí que las
escenas de discoteca se ruedan sin
música y que por eso quedan tan
mal). ‘Santa’, la chica de esta escena,
es una escultura del gallego
Francisco Asorey de dos metros de
estatura que pasó 69 años en
Montevideo y ahora vuelve a Galicia.
Hierática y desnuda, ‘Santa’ es ese
nosequé de nobleza que siempre
esconden las películas malas en su
imitación de la vida. LUIS ALEMANY
EL APUNTE
GRÁFICO
Todas las
escenas de
discoteca
EUROPA PRESS
Cuando Sánchez lamente el
auge de la extrema derecha
habrá que recordar que él le
inyectó la proteína necesaria
en el instante preciso
NI LAS reglas de
Competencia de la UE,
ni las regulaciones
financieras de Basilea
ni el VAR: si quieren
algo complicado,
retorcido y polémico no
tienen más que
apuntarse a la Royale
ABSSA, l’Association
Belge des Sports du
Samedi. Mi liga de
fútbol de los sábados.
Es más rápido abrir
una empresa privada
en Corea del Norte, y
seguramente requiere
menos documentos y
fotos, que conseguir la
licencia. Semanas y
semanas para un trozo
de cartón plastificado.
Ocho páginas de
estatutos, cuatro con
las instrucciones para
afiliar un club, 18 de
reglamento deportivo.
Los árbitros, sádicos,
revisan las fichas como
un funcionario de
fronteras
norteamericano el
pasaporte de un
Mohamed. Cada
equipo tiene una
tableta con los
nombres, DNI y el
número de dorsal. Se
sacan al inicio uno a
uno, con los capitanes
verificando apellidos y
fotos. Mientras, el
trencilla las
espinilleras y tacos. Es
obligatorio un
delegado (que no
puede ser jugador), un
botiquín, agua para
rivales y café para el de
negro. Y terminado el
encuentro hay un
margen escaso para
remitir los resultados
con la tableta.
Cualquier retraso
supone perder 5-0.
¿El banquillo? Sólo
para jugadores y un
delegado con brazalete.
Todos los demás, fuera.
¿Qué estamos en
noviembre y diluvia? El
colegiado para el
partido y obliga a dos
niños de cinco y siete
años que han ido a ver
a su papá a salir del
resguardo y exponerse
a campo abierto sin
paraguas. Monsieur, las
reglas son las reglas.
Eso sí, si el señor no se
presenta, te apañas
como puedas.
La semana pasada
ganamos 1-0. El árbitro
no tenía reloj. Los
rivales recurrieron
asegurando que la
segunda parte había
sido dos minutos más
corta. Y ganaron la
vista (porque sí, hubo
una vista con testigos y
sin pruebas). Así que el
partido se tiene que
repetir. Entero. Y el 21
de diciembre. No
sufran, he sacado el
vuelo de Navidad
el 22. Ellos tienen
reglas, yo rencor.
PATIO GLOBAL
POR PABLO
R. SUANZES
BRUSELAS
La fuerza
del rencor
CORRER LA MILLA
RAFA
LATORRE