EL MUNDO
D X T
LUNES 21 DE OCTUBRE DE 2019
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Esta revolución la inició LeBron
James. Fue el primero en maquinar
un superequipo, los Heat bicampeo-
nes, a espaldas de su franquicia. Cuan-
do consideró amortizado el proyec-
to, volvió para ser profeta en Cleve-
land y, tras lograrlo, voló al incom-
parable trampolín que suponen los
Lakers para sus negocios. La actual
NBA la ha escrito LeBron: jugado-
res poderosos, inteligentes, tan em-
presarios como deportistas y activos
política y socialmente. Es la parte de
su legado en la que aventaja clara-
mente al individualista Jordan. O eso
parecía. Porque entonces... China.
Ya conocen la historia. Daryl Mo-
rey, general manager de Houston,
tuiteó en apoyo de las protestas en
Hong Kong y el Gobierno chino em-
pezó a echar humo y bloquear con-
tratos televisivos y de patrocinio con
la NBA. The New York Times estimó
en 500 millones anuales las pérdidas
para la liga si no reconduce la situa-
ción. Y entre el dinero y la libertad
de expresión, el activista James notitubeó: criticó a Morey por hablar
de lo que no sabía y gritó sus priori-
dades al mundo. A la célebre frase
apócrifa de Jordan sobre por qué no
se manifestaba políticamente («Losrepublicanos también compran za-
patillas»), Lebron respondería: «Los
chinos, más». Contra Trump, cuyo
votante no es el público medio de es-
ta NBA urbana y popular en los feu-
dos demócratas, sí vale hablar. Con-
tra un socio comercial poderoso, no
es tan cool. Al menos las cartas ya
están sobre la mesa. Y los dólares.
Unos cuantos le caerán a Pau Ga-
sol, que cobrará 2,5 millones de su
nuevo equipo, Portland, y otros 5 del
anterior, Spurs. Jugada redonda. Su
papel apunta a residual en un tramo
final de carrera impropio de su gran-
deza y alargado contra natura, pero
que alimenta tanto su objetivo de ir
a Tokio como a su bolsillo. En la ac-
tual NBA, las leyendas se protegen:
siempre habrá un sueldo para ellas.
Salvo que hablen de China, claro.ABRAHAM ROMERO MADRID^
Las Vegas, verano de 2017. Los afi-
cionados llevan haciendo cola des-
de hace seis horas. La cantidad de
gente es tal que la policía se ve obli-
gada a bloquear las puertas y prohi-
bir la entrada a más personas por
miedo a que se produzca una des-
gracia. En la calle, LeBron James lle-
ga en su coche pero ante el lío que
se ha montado, decide irse.
Dentro, en la pista, el niño
del momento. El adolescen-
te que ha colonizado You-
tube con sus mates. «El nue-
vo LeBron James», claman.
Zion Williamson acaba de
cumplir 17 años y todavía
no ha firmado con ningu-
na universidad. Acumula
casi un millón de seguido-
res en sus redes sociales y
ha sido la gran sensación
del baloncesto de instituto
durante los últimos meses.
Jugadores de la NFL, la
NBA y artistas de todos los
ámbitos han querido asis-
tir a sus partidos, incluso el
rapero Drake apareció en
Instagram con una camise-
ta suya, y las marcas se pe-
lean por un contrato con él.
Nueva Orleans, verano
de 2019. Zion Williamson
ha sido elegido número uno
del draft de la NBA. Jordan
Brand, 2k Sports, Gatora-
de y Panini han logrado es-
tampar su firma en el mis-
mo papel que él en unos
acuerdos que superan los
100 millones de dólares. Tie-
ne 19 años y todavía no ha
debutado en la mejor liga
del mundo, pero su cami-
seta de los Pelicans ha ba-
tido récords de venta y la franquicia
ya ha vendido casi todos los asien-
tos de la temporada. «La última vez
que hubo este nivel de interés en un
chico fue con LeBron James», expli-
caba el jefe de marketing de Panini.
Su debut en la Liga de Verano ha ro-
zado los 10 millones de visualizacio-
nes en YouTube y las mejores juga-
das de su temporada en Duke llega-
ron a los cuatro.
Es una máquina de hacer dinero
y, lo más importante, es una máqui-
na de jugar al baloncesto. Es el se-
gundo jugador con más peso de la
NBA, después del gigante Marjano-
vic, herencia de su padre, jugador de
fútbol americano en la universidad,
tiene la inteligencia de un base y se
mueve con la agilidad y la potencia
de un alero, genes de su madre, ve-locista. Se dio a conocer en la Spar-
tanburg Day School, donde el entre-
nador era el ayudante del sheriff. Allí
creció, literalmente. Estiró más de
12 centímetros, dejó de jugar de ba-
se y comenzó su conquista de inter-
net: mejoró hasta ser MVP de varios
campus de verano para adolescen-
tes, eligió Duke, saltó a la NBA y ha
promediado más de 20 puntos demedia en una pretemporada que ha
terminado con miedo. Fuera de las
pistas ya es «el nuevo LeBron», pe-
ro dentro hay dudas. «Con 129 kilos
no puede jugar en la NBA, es mucho
estrés para las rodillas», avisaba Char-
les Barkley. Y es que Zion se lesionó
en la rodilla derecha y se perderá los
primeros partidos de liga, un golpe
a las expectativas y alguna duda pa-
ra su futuro a largo plazo en la liga.Williamson, en pretemporada. USA TODAY
Es una estrella en
internet desde hace
años y ya ha firmado
contratos millonariosPau volverá a jugar poco
en un final de carrera
prolongado en exceso e
impropio de su leyendaAla-pívot de
Nueva Orleans,
nº 1 del ‘draft’
ZION
WILLIAMSON
El heredero de
LeBron James