La batalla de Malate,
librada el 31 de julio
de 1898, enfrentó a
las fuerzas españolas
contra los
revolucionarios
filipinos y el ejército
de Estados Unidos. La
suerte estaba echada
y la captura de Manila
apenas dos semanas
más tarde no hizo
sino confirmar el
guion de la película.
Más abajo, la batalla
de Cavite o de la
bahía de Manila, el 1
de mayo de 1898, que
puso contra las
cuerdas a nuestra
Armada.
LA ARMADA ESTADOUNIDENSE, DIRIGIDA POR DEWEY,
VENCIÓ A LA ESPAÑOLA DEL ALMIRANTE MONTOJO EN
CAVITE, EN LA BAHÍA DE MANILA
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pañol tuvo que renunciar a su soberanía
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EL DESASTRE DE CAVITE... Y
MONTOJO
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todas las guerras se parecen y que las pa-
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la patria se defendía fácilmente, pero el
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necesitaba entonces era más plata, más
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Armada estadounidense, dirigida por el
comodoro George Dewey, venció a la es-
pañola del almirante Montojo en Cavite,
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En principio, el tablero se veía iguala-
do: seis buques americanos frente a siete
españoles –si bien tres de ellos en deplo-
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de batalla, Montojo, dispersos sus recursos
y perdida toda fe en la victoria, abandonó
a su escuadra y puso rumbo a Manila, no
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buques y se evacuaran las dotaciones si
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formado de la ruina mediante un telegra-
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por la falta absoluta de fuerzas y recur-
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de los acusados y pasó por el mal trago de
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y tuvo la oportunidad de reconstruir sus
movimientos Ante la opinión y ante la his-
toria, dejando claro que su libro no era
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culpable no iba a reparar nada, y el aviso
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precedió a la ofensiva terrestre del general
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ley y el representante del gobierno español,
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las armas y abrió los ojos a los españoles
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Leopoldo Alas, Clarín, supo ver que “un
dominio colonial como el nuestro, tan le-
jano, tan codiciado y tan difícil de guardar
es un lujo propio de una nación próspera,
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LA DECLARACIÓN DE
INDEPENDENCIA
Así las cosas, Filipinas –y llegamos ya al
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