EL MUNDO. JUEVES 12 DE SEPTIEMBRE DE 2019
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ESPAÑA
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Ciudadanos y PP
denuncian su exclusión
Un concejal ‘popular ’ se desmarca y participa en la ofrenda
floral para reivindicar a Casanova como un «gran españolazo»
For Trump que cada año atronan Washing-
ton en el Rolling Thunder y que escoltan
en las autopistas los cortejos fúnebres de
los soldados muertos en combate que re-
gresan así a casa. Como periscopios, del
gentío también surgían «castellets».
Decía Mafalda que lo malo de llevar las
orejas siempre pegadas es que uno termi-
na oyendo lo que hablan los demás. Du-
rante los almuerzos rápidos, de bocadillo
y tercio, en los bares cercanos a la plaza,
los militantes hablaban de sus cosas y al-
gunas eran reveladoras de una mentali-
dad. Por ejemplo, y para avalar la creen-
cia de que la inseguridad de Barcelona es
un invento conspirativo del pérfido Esta-
do, todos intercambiaban relatos de las
atroces experiencias navajeras por las que
pasaron la única vez que se animaron a
pisar Madrid, una ciudad «mucho más in-
segura que Barcelona». ¡Mordor!, y eso
que a los peones de brega como Rufián
los convierte en ídolos del rock.
El público asistente a la manifestación
conservaba la transversalidad sociológi-
ca y generacional vista otros años. Era
habitual observar a los tres eslabones de
una misma familia. Fue una manifesta-
ción multitudinaria, tal vez algo más can-
sada que la de otros años. Había dos ti-
pos de ausencia: la de aquellos que no lo-
graron mantener la tensión vindicativa
durante tantos años y la de los más con-
tundentes, ya impacientes, que están har-
tos de escenografías y globitos y piden
experimentar con otro tipo de solución
más brava. Se notaba esa flojedad mili-
tante relativa porque la megafonía de laANC, muy machacona, no paraba de emi-
tir la consigna de que la sentencia del Su-
premo será el catalizador que devolverá
a la causa todo su furor hasta alcanzar,
«aquest any sí», el objetivo de la indepen-
dencia, así como el reco-
nocimiento internacional.
De la megafonía de la
ANC, de la que salió has-
ta la voz de Puigdemont
como una psicofonía,
también fue posible infe-
rir una idea que alude a
las regañinas internas del
bloque independentista.
«Si los dirigentes os fallan», dijo la voz,
«nosotros no lo haremos». Se refirió tam-
bién a la voluntad del pueblo en su más
pura expresión, capaz de encarar el desti-no manifiesto de la independencia sin con-
fiarse a la intermediación de los políticos
profesionales cuya falta de arrojo en el ór-
dago rupturista se equilibra con la compa-
sión por los mártires presos o exiliados.
A ver qué camiseta sa-
can el año próximo, que
será, como en esta edi-
ción, el de la última Diada
como españoles obligados
a serlo. Si el Barcelona
también cultivó un fatalis-
mo de «Este año sí» hasta
que lo rescató Cruyff, se
diría que el independentis-
mo, perdida la confianza en sus represen-
tantes, queda tan sólo a la espera de un
ser providencial. A quién puede extrañar
que pidan a Messi que vaya a la Diada.«Si los dirigentes
os fallan, nosotros
no lo haremos», se
oía por megafoníaquema de banderas de España y
fotografías del Rey por parte de
Arran, el brazo juvenil de la CUP, o
con las habituales comparaciones
entre el procés y el 1-O con las lu-
chas de Luther King y Gandhi o
con la caída del Muro de Berlín.
Parte de la desorientada masa so-
beranista decidió pagar su frustra-
ción con el Parlament al final de la
jornada. Unos 300 manifestantes se
congregaron frente a la Cámara ca-
talana, lanzaron objetos contra los
Mossos d’Esquadra y una periodis-
ta de TVE y, sólo el fuerte dispositi-
vo desplegado por la policía catala-
na, evitó que descargaran su enfa-
do sobre la misma institución que
hace dos años aprobaba las «leyes
de desconexión», declaraba unila-
teralmente la independencia de Ca-
taluña y daba por instaurada una re-
pública inexistente fuera del imagi-
nario independentista.GERMÁN GONZÁLEZ BARCELONA
Una Diada amparada por el Go-
vern para la mitad de los catalanes.
Así lo consideran las fuerzas cons-
titucionalistas catalanas, que de-
nuncian su exclusión en los actos
institucionales organizados por la
Generalitat. Sólo hubo una excep-
ción: un representante del PP, el
concejal en Barcelona Josep Bou,
participó en la ofrenda floral ante el
monumento de Rafael Casanova
para reivindicar como «gran espa-
ñolazo» al que fue conseller en cap
de Barcelona en el asedio de la
Guerra de Sucesión de 1714.
Bou aseguró que la figura de Ca-
sanova ha estado «secuestrada du-
rante décadas por el nacionalismo»
ya que «abrazaba la hispanidad y la
catalanidad» y, tras emocionarse,
añadió: «Como yo». Además re-
marcó que la Guerra de Sucesión
fue «una guerra dinástica, pero
nunca separatista», y por ello cree
que el año próximo muchos otros
catalanes no nacionalistas rendirán
homenaje también a Casanova.
La presencia de Bou fue bendeci-
da por el presidente del PP catalán,
Alejandro Fernández, quien desta-
có que «en el ámbito municipal»,
siempre que se comunique al parti-
do, los concejales tienen «todo el
derecho» a participar en los actos
institucionales que se lleven a cabo.
Respecto a la Diada, Fernández
presentó un manifiesto en el que se
insta a recuperar «la Cataluña de
todos» y acabar con la «confronta-
ción». «El separatismo ha perverti-
do esta fiesta que era la de todos
los catalanes», añade el documen-
to del PP catalán, quien insta al so-
beranismo a dejar «de manipular el
pasado, enturbiar el presente e hi-
potecar el futuro». Además, recuer-
da que «el nacionalismo ya ha roto
demasiadas esperanzas».
También Ciudadanos (Cs) acusó
al Govern de Quim Torra de fomen-tar esta separación y reivindicó una
Diada de todos los catalanes, como
apuntaron en una lona publicitaria
en la Diagonal de Barcelona. La lí-
der de la formación en el Parla-
ment, Lorena Roldán, acusó a la
Generalitat de «expulsar y enfren-
tar» a los constitucionalistas duran-
te esta celebración y aseguró que
pedirán la comparecencia de Torra
en la cámara catalana para que ex-
plique el dinero público destinado a
los actos oficiales de esta jornada.
«Desde hace unos años la Dia-
da no nos representa a todos. Un
año más millones de catalanes
no tienen nada que celebrar por-que el Govern ha de-
cidido expulsarles»,
indicó Roldán.
«En una jornada que
debería ser de todos,
vemos como la propa-
ganda separatista y los
homenajes a quienes
dieron un golpe de es-
tado lo inundan todo»,
destacó la líder de Ciu-
dadanos en Cataluña, y
pidió al presidente de
la Generalitat que «de-
je de amenazar con re-
feréndums ilegales».
Además lamentó
que el Govern «no solo
se gasta el dinero de to-
dos en chiringuitos, si-
no también en hacer
propaganda en días se-
ñalados», remarcando
que celebraciones co-
mo la Diada o Sant
Jordi se han convertido
en «fiestas privadas del
independentismo pa-
gadas con el dinero de
todos los catalanes».
Con motivo de la
Diada, Societat Civil
Catalana lamentó que
se convierta en «la fies-
ta de los secesionistas» y aseguró
que «el principal responsable de
esta triste realidad es el gobierno
de la Generalitat que, lejos de que-
darse al margen, se ha convertido
en el principal impulsor, fomentan-
do de esta manera la ruptura y la
división entre los catalanes».
La entidad constitucionalista
también destacó que «desde hace
años la mayoría del pueblo de Cata-
luña no quiere participar en esta
fiesta porque no la sienten como
propia», y aseguró que el Govern
que preside Quim Torra «está igno-
rando y pretende silenciar al cons-
titucionalismo catalán».Josep Bou, en la ofrenda a Rafael Casanova. EP
DIADA 2019 LOS CONSTITUCIONALISTAS