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Fotos: Oliver Kühl
ECOS 11/2019
NN
Curiosidades del lenguaje Im Lauf
der Zeit verändern Wörter ihre Bedeutung. Zum Beispiel: “podrido”.
POR JOSÉ MARÍA DOMÍNGUEZ AVANZADO
No hay que fiarse de
las palabras ni tomar
al pie de la letra mu-
chas expresiones,
porque una cosa es lo
que significaban his-
tóricamente, y otra el
uso que hoy se les da en cada caso, quizá mo-
dernizado, como el clásico ejemplo de “azafa-
ta” (ECOS 11/18), la antigua dama de la reina
que ahora nos sonríe en el avión. Como ésta,
hay muchas palabras que han ido adaptán-
dose a cada época y sociedad, y según éstas
pueden tener muchos significados. A los que
han de añadirse localismos de toda índole,
por lo que no es de extrañar que algunas ex-
presiones resulten desconocidas fuera de su
entorno, como sin decir agua va (sin avisar) o
la sopa boba (la repartida gratis), etc.
Unida a la sopa aparece casi siempre la olla:
“vasija redonda de barro o metal, de boca an-
cha y con asas, para calentar agua o cocer el
plato o guisado de la comida diaria”, como
se lee en el diccionario. Hace ya tiempo, en
un ejercicio de lectura nos encontramos con
la olla podrida, expresión
totalmente desconocida
y chocante para la clase
más avanzada, que había
que explicar en su versión
textual de especialidad cu-
linaria... Algo me olía que
en el Quijote la empleaba
Sancho Panza, y con ella di en este pasaje:
“Por la diversidad de cosas que en las tales ollas
hay, no podré dejar de topar con alguna olla pode-
rida que da valor y fuerza”. Al leerla en clase, fue
generalmente considerada como falta orto-
gráfica o error de imprenta, y hasta surgieron
dudas por no encontrar en el diccionario el
término “poderida”. Pero consultando la
magnífica edición del Quijote y comentario
de Diego Clemencín (Ediciones Castilla,
Madrid), comprobé que Sancho se refería
a “la olla de los poderosos”, es decir, de los
que podían permitirse los sustanciosos in-
gredientes al uso en la época, y que, según la
definición del contemporáneo gran poeta y
dramaturgo don Pedro Calderón de la Barca,
“constituían una comunión de carnes, horta-
lizas y legumbres”.
La evolución histórica de la lengua ex-
plica en este caso la sorpresa de que aquí el
calificativo “podrida” no significa lo que to-
dos conocemos como participio irregular
del verbo “pudrir(se)”, por ejemplo, en frases
como “tirar a la basura la fruta ya pasada de su
punto”, etc. Diccionario en mano –y ningu-
no aquí más legitimado que el de doña María
Moliner, quien además de extraordinaria lexi-
cógrafa con seguridad sería también una ex-
perta en fogones–, leemos la siguiente defini-
ción: “Olla podrida. Cocido en el que, además
de las cosas ordinarias, se pone jamón, gallina
y otras cosas especialmente sabrosas”...
Instintivamente se piensa en expresiones
interesantes de “sabor” histórico y sin adjeti-
vos en las que interviene la olla en papel pro-
tagonista, por ejemplo, la denominación “clé-
rigo de misa y olla”, muy
bien traducida en alemán
como: “Einfältig, armselig,
unbedarft (Landpfarrer)”.
Sabido es que en siglos
pasados eran muchas las
familias numerosas, entre
cuyos hijos algunos ele-
gían o eran destinados al sacerdocio como
simple carrera profesional o social, para el
servicio religioso en conventos, como cape-
llanes en hospitales, y hasta en mansiones o
palacios... por cuya actividad, obviamente,
tenían asegurada la olla o el sustento.
Claro que este tipo de eclesiásticos perte-
nece a la historia. Actualmente, debido a la
carencia de sacerdotes muchos tienen a su
cargo varias parroquias; actualizando el len-
guaje: “clérigos de misa, coche y bocadillo”...
tomar al pie de la letra
, wörtlich nehmen
de toda índole
, jeglicher Art
el asa (femin.)
, Henkel; Griff; Bügel
el calificativo
, Bezeichnung
el fogón
, Herd
el sacerdocio
, Priesteramt, -stand
el capellán
, Geistlicher; Kaplan
José María
Domínguez, perio
dista, durante muchos
años do cente de español
y autor de tratados y pu
blicaciones de lin güística
aplicada. Desde la primera
hora redactor y corrector
de ECOS.
Clérigos de
misa y olla
IDIOMA PARA PERFECCIONISTAS