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A
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C
IA
MAR
MED
ITERR
ÁNEO
ESPAÑA
ALEMANIA
BÉLGICA
AUSTRIA
LUXEMBURGO
París Estrasburgo
Q
ué es lo que define la singularidad de Alsacia?
Al recorrer sus ciudades, ríos, bosques y sierras
contemplamos una región marcada por largas
disputas territoriales y, sin embargo, su paisaje respira
porvenir y recrea el espíritu y el cuerpo en cada etapa.
Todo viaje tiene su inicio y el nues-
tro comienza en Estrasburgo, em-
blema de la historia de conflictos
y conciliaciones en este enclave
europeo, por lo que fue designada
sede del Parlamento Europeo y, so-
bre todo, del Tribunal Europeo de
Derechos Humanos. Su nombre de-
riva del latín Strate-burgum, que po-
dría traducirse como «ciudad de las
rutas», una etimología que define
su condición como cruce de cami-
nos. Estrasburgo está situada entre
Francia y Alemania, entre el oeste y
el este de Europa, y se recuesta en el
valle del Rin, un río que según Victor
Hugo «deja entrever, tanto al ojo del
poeta como al del cronista, bajo la
transparencia de su curso, el pasado
y el porvenir de Europa».
Estrasburgo se distancia del gran
Rin y se repliega hacia el interior
del valle de uno de sus afluentes,
el discreto río Ill, que la atraviesa
y abraza. Desde su fundación ro-
mana, cuando se llamaba Argen-
toratum, y a lo largo de su historia,
ha sido siempre una ciudad libre.
Considerada el centro del desa-
rrollo del pensamiento humanista,
pasaron por ella nada menos que
Gutenberg, el padre de la impren-
ta, y Calvino, impulsor del movi-
miento de la Reforma.
En la diversidad y textura de sus
barrios, Estrasburgo tiene por mo-
mentos un aire francés y por mo-
mentos un aire alemán. Y no hay un
punto preciso donde se pueda es-
tablecer una clara diferencia. No lo
encontramos en el casco histórico,
que es una isla delimitada por dos
Plaza de
la Catedral.
Estrasburgo.
KIEV.VICTOR / SHUTTERSTOCK