42 ECOS 9/2019
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Con acentos, puntos y
comas Immer wieder gerne gesehen: Stilblüten
aus der spanischen Presse POR JOSÉ MARÍA DOMÍNGUEZ AVANZADO
Comparada con la
asignatura de Gramá-
tica como se entendía
antaño, ahora no es tan
rigurosa la enseñanza,
y ello en muchos casos
con la venia de la Real
Academia, por ejemplo, tratándose del uso
de la tilde o acento gráfico en algunos casos.
Otra cuestión al parecer menos discutida es
la puntuación, el uso de los respectivos sig-
nos: punto, coma, punto y coma, dos puntos,
puntos suspensivos, etc., teniendo en cuen-
ta que el tema de la puntuación tiene un
margen podríamos decir personal, aunque
sujeto a normas lógicas. En expresión del
tan gran filósofo como estilista José Ortega
y Gasset, los signos de puntuación en un
texto son como las señales de tráfico en la
carretera... Por cierto, quien desee ejercitarse
en el arte de escribir con corrección, claridad
y elegancia, puede elegirle como maestro
excepcional.
Pero la realidad es que con mayor frecuen-
cia nos enfrentamos con párrafos como uno
que tengo delante, de casi 140 palabras en
16 líneas hasta llegar al (obligatorio) punto
final. Eso sí, con numerosas comas (y un par
de paréntesis), pero distribuidas de manera
más que lógica, arbitral: sobran siete y faltan
cinco; un par de tildes quedaron en el tecla-
do; faltan dos puntos necesarios; hay tres
errores sintácticos y se aprecian mayúscu-
las y minúsculas repartidas a boleo... Claro
que las prisas explican ciertos fallos, pero lo
mínimo que se puede exigir de un “autor”
es que relea sus textos antes de que salgan
impresos... Porque hasta casi indigna leer
textos firmados con faltas como: “Se requie-
re un desarrollo económico, sino quien sabe
lo que cada ciudadano puede votar”; o donde
faltan o sobran comas, como estos ejemplos:
“Es entonces cuando Puértolas, rodeado de
librerías, claro de libros, pero también de
fotos...” (al leerlo, pensé en el “Claro de luna”
de Beethoven); o esta perla: “Una pena por-
que si bien es cierto que la Dúrcal no nece-
sita quien le acompañe lo que también es
verdad es que a Juan Gabriel le vemos poco
en nuestras fronteras”. Porque una coma o
punto, tanto ausente como presente, puede
ser incluso la clave para entender una frase,
como es el caso en este disparate: “Se trata
de ahorrar gastando. Al ahorrar las familias
disminuirá, la deuda interna y gastando, se
mantendrá el crecimiento económico”; o
“Soy de los que creen que, tenemos una gran
necesidad de intelectuales”...
Un par de observaciones basadas en la ex-
periencia. Para algunos la coma y la conjun-
ción “y” son algo así como el agua y el fuego,
absolutamente incompatibles. Por experien-
cia sé lo difícil que es convencerlos de que
no es así, debido que la conjunción “y” no es
sólo copulativa o coordinante como se cree;
y para ello aporto una cita de Gabriel García
Márquez: “Había cumplido 21 años la última
semana de enero, y era esbelto y pálido, y te-
nía los párpados árabes y los cabellos rizados
de su padre”. (Crónica de una muerte anunciada).
Dos veces usado “y” en su doble valor coordi-
nante, como “esbelto y pálido”, o consecutivo
“y tenía los párpados árabes...”
Lo que no se puede perdonar es la presen-
cia impresa de faltas no debidas a las prisas,
sino a la ignorancia, empezando ya por la
simple conjugación verbal, como por ejem-
plo: “Marcos declaró que mientras no ha-
yan soluciones sobre la crisis...”; o bien, “La
situación fue muy dura, y hasta han habido
codazos, insultos...”. Y volviendo a un caso es-
pecial de la ortografía: “Encuentro de jóvenes
españoles en Fránkfurt” (??)... Como diría un
castizo amigo: “Ni chicha ni limoná”.
Fuentes: Los textos entrecomillados proceden literalmente de las
publicaciones españolas: ABC, El País, La Vanguardia, Cambio 16,
Carta de España.
con la venia
, mit Verlaub, (hier)
unter den Augen von
ejercitarse
, sich üben
arbitral
, (hier) willkürlich
a boleo
, (hier) nach Gutdünken
copulativo/a
, aneinanderreihend,
kopulativ
ni chicha ni limoná
, (ugs.) weder Fisch
noch Fleisch
entrecomillado/a
, in Anführungszeichen
José María
Domínguez, perio
dista, durante muchos
años do cente de español
y autor de tratados y pu
blicaciones de lin güística
aplicada. Desde la primera
hora redactor y corrector
de ECOS.
IDIOMA PARA PERFECCIONISTAS