E
nla región másroyalde las Tierras Altas escoce-
sas, muy cerca del Castillo de Balmoral, acaba de
abrir sus puertas un hotel singular: The Fife Arms.
Se ubica en Braemar, la ciudad donde se celebran los más
famosos Highland Games (o Braemar Gathering, como les
llaman aquí), un evento que inaugura la reina de Inglaterra
y congrega a gran parte de la familia real. Los propietarios
del hotel, Iwan y Manuela Wirth, una influyente pareja de
galeristas suizos, copresidentes de Hauser&Wirth y con
nueve galerías repartidas por el mundo (la última, recién
inaugurada en St. Moritz), han sido capaces de aunar la he-
rencia cultural escocesa conel arte contemporáneo para
concebir un alojamiento exquisito y muy especial.
UNA PASIÓN COMPARTIDA
La historia comienza con un flechazo. “Hemos estado vi-
niendo a esta región durante ocho años porque tenemos
cerca un refugio familiar muy querido, creemos que es uno
de los lugares más bellos de la tierra y es en gran medida
nuestro “lugar feliz”. Descubrimos The Fife Arms, que es-
taba muy deteriorado en comparación con su apogeo du-
rante la era victoriana. Era un edificio maltratado pero de
extraordinaria poesía y poder, apostamos por ello y decidi-
mos que podíamos darle el amor y la inversión que se me-
recía”, nos cuentan los Wirth. Con una visión muy clara del
resultado que buscaban pusieron en marcha el proyecto. >
“Queremos compartir con los huéspedes este
extraordinario lugar y que se enamoren de él
tanto como nosostros”, Iwan y Manuela Wirth
Laexcepcionalparejadegaleristas,IwanyManuelaWirth(arriba,alaizquierda),
hanconvertidounedificiovictorianoenruinasenunexquisitohotelqueaunalas
tradicionespropiasdelaregiónconelartecontemporáneo.El bar de The Fife Arms
(sobre estas líneas), rinde homenaje a la gran diseñadora de moda Elsa Schiaparelli.
EL L E D E CO R AT I O N MARZO 2O19 43