D E V E R A N O
EL MUNDO. LUNES 29
HOJA Nº (^22) JULIO DE 2019 E N P O R TA DA
expuesto su reverso
criminal, alcanzó a Dennis
Wilson, batería y miembro
fundador de los Beach
Boys, una vez que recogió
en su coche a dos chicas
pertenecientes a la Familia
Manson que hacían auto-
stop. Las jóvenes hablaban
con reverencia de un
hombre al que apodaban
el mago, un personaje
crístico al que Wilson
quiso conocer.
Famoso y sensual,
Dennis Wilson se integró
enseguida en la ley del
amor libre de Manson y
congenió tanto con éste
que invitó a la comuna
entera a instalarse en la
mansión que se había
comprado con el dinero
obtenido con los éxitos
musicales. El batería los
expulsaría a todos antes
de que las orgías se
volvieran de sangre. Pero
estuvo marcado durante
muchos años por esta
relación demasiado íntima
con la secta asesina.
voluntad hasta
transformarlas en esclavas
dispuestas a cumplir sus
órdenes sexuales u
homicidas. Fue el embrión
de La Familia, que muy
pronto se multiplicó. Antes
de darse cuenta, Mary
Brunner tuvo metidas en
casa a otras 18 mujeres
que también practicaban el
culto de la adoración a
Manson.
Antes de estabilizarse en
el rancho, la comuna de
Manson utilizó un autobús
escolar para viajar por
toda la costa Oeste, desde
el Estado de Washington
hasta México. En
California, propiciado por
la atmósfera beat de la
época, Manson fue
protagonista de rumores
acerca de la existencia de
un gurú orgiástico y
pagano por el que
peregrinaban muchachas
más o menos erráticas y
necesitadas de una fuerza
tutelar. Esta verdad
revelada, que aún no había
La unción de Charles
Manson como anticristo
hippy comenzó durante el
Verano del Amor de San
Francisco en 1967. Una
paradoja conveniente si
aceptamos que los atroces
crímenes de agosto del 69
en el 10.050 de Cielo
Drive, Beverly Hills,
contribuyeron a clausurar
para siempre cierta utopía
floral y pueril en la que se
guareció un monstruo
para crear una
comunidad monstruosa
junto a los fuegos
campamentales del Spahn
Ranch, un antiguo
decorado de Westerns
cuyo alquiler era pagado
con los favores sexuales
que las discípulas de
Manson dispensaban a su
octogenario propietario.
Durante el Verano del
Amor, ya estaba
consagrada como himno
generacional la canción de
Scott McKenzie con la que
John Phillips, de The
Mamas & The Papas, había
predicado ante 200.000
personas durante el
festival de Monterey: «If
you’re going to San
Francisco / Be sure to wear
some flowers in your
hair...». Con o sin flores
prendidas del pelo, el que
sí fue a San Francisco en el
67 fue Charles Manson,
recién cumplida una
condena de seis años en la
cárcel de McNeil, donde
un atracador de bancos le
enseñó a rasguear la
guitarra y alimentó con
ello la fantasía de Manson
de convertirse en un
gigantesco ídolo del pop.
Lo cierto es que lo
conseguiría, pero por otros
medios.
En San Francisco,
Manson pronto se vio
abocado a vagabundear
por las calles. Hasta que lo
rescató Mary Brunner, una
estudiante originaria de
Wisconsin, bibliotecaria en
la universidad de Berkeley,
que lo invitó a vivir en su
casa. Brunner fue la
primera víctima de la
capacidad casi
mefistofélica de Manson
de subyugar a las mujeres
–en mayor medida incluso
que a los hombres, que
también–, de alienarles la
La desviación hacia una
violencia tan escatológica
fue paulatina. Manson
comenzó a predicar
visiones delirantes acerca
de la inminencia de una
gran guerra racial en la
que señalaba como
enemigos mortales a las
Panteras Negras. Siempre
trató de inculpar a este
grupo en sus crímenes, los
anteriores al que lo hizo
mundialmente famoso,
dibujando con sangre en
las paredes símbolos de las
Panteras o expresiones,
como «Political Pig», que
éstas usaban.
Al mismo tiempo, se
obsesionó con los Beatles,
sobre todo con la idea de
que la letra de canciones
como Helter Skelter
contenían un augurio
apocalíptico. Después del
asesinato por 60 puñaladas
del matrimonio LaBianca
en Los Feliz (California),
cometido al día siguiente
del de Sharon Tate y sus
amigos, Helter Skelter
POR DAVID
GISTAU
Crimenes de verano. Frustrado
por su fracaso como músico,
ideó una sangrienta venganza
contra el ‘show business’
ejecutada hace ahora 50
agostos por un culto de psicópatas
asesinos abonados a su fanatismo
EN
SERIE
CHARLES
MANSON
EL CRIMEN
QUE
MARCHITÓ
LAS FLORES
DE LOS 60