EL MUNDO. LUNES 29 DE JULIO DE 2019
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i ECONOMÍA
Es comprensible la desazón de la opinión pú-
blica ante el espectáculo de sus líderes sin in-
vestidura, pero nos encontramos en un mo-
mento histórico en el que está cambiando
nuestra cultura política. Por plantearlo en tér-
minos sencillos, hasta ahora, nuestras insti-
tuciones estaban alineadas con la idea de que
la democracia consistía en que la mayoría
gobernaba y sólo se debía respeto (no siem-
pre fue así) a unas minorías.
El fin del bipartidismo y la fragmenta-
ción política nos ha llevado a la situación
inversa. La minoría que exige que sus dere-
chos sean protegidos es la que detenta el
Gobierno. No sólo este Ejecutivo en funcio-
nes que aspira a convertirse en Gobierno
pleno, sino su antecedente directo que fue
el de Sánchez que salió de la moción de
censura y, antes, el Gobierno de minoría de
Rajoy de 2016. Estamos explorando, pues,
una dimensión de la democracia que en el
norte de Europa es conocida (ahí está la se-
rie Borgen) pero que no habíamos experi-
mentado a nivel nacional.
Igual esta experiencia cambia nuestra
manera de respetar a las minorías y apren-
demos que no hay que hacer a otros lo que
no quieres que te hagan a ti, como ha com-
probado Sánchez con el noesno que le de-
dicó a Rajoy y que, paradójicamente, le per-
mitió ser lo que hoy es.
En octubre de 2018 escribí que en un par
de años habíamos explorado aspectos de la
Constitución de 1978 que estaban inéditos
en 40 años: «Nunca se había visto a un
candidato renunciar al encargo de formar
Gobierno (Rajoy en enero de 2016), nunca
se había invocado el artículo 99 para repe-
tir unas elecciones, nunca se había aplica-
do el artículo 155 para intervenir una auto-
nomía y nunca había triunfado una moción
de censura».
Ahora nos encaminamos a la posibilidad
de una segunda prórroga
presupuestaria. El artículo
134.4 de la Constitución es-
tablece la prórroga automá-
tica y no dice nada si esto
ocurre por primera, segun-
da o tercera vez. Aunque
Sánchez formara un Go-
bierno en septiembre, este
tendría que ser tan sólido
que permitiera elaborar deprisa y corriendo
unos presupuestos en otoño. Si repetimos
elecciones en noviembre, no llegamos bajo
ningún punto de vista.
Los que Montoro hizo aprobar en ma-
yo de 2018 ya son denominados los Pre-
supuestos Campeadores. Siguen en vigor
pese a que su autor está retirado.
En un mundo con poca inflación, el cos-
te de prorrogarlos es fundamentalmente
político, no económico. Si los presupuestos
constituyen el instrumento económico de la
acción política, no poder diseñarlos según
los objetivos del Gobierno implica no hacer
política alguna. Incurriría-
mos en un déficit democrá-
tico. Desde el punto de vis-
ta económico, las cuentas
públicas españolas son
muy inflexibles. Como de-
cía Rajoy, todo el pescado
está vendido. Las pensio-
nes se llevan un 40%, Edu-
cación y Sanidad, un tercio
aproximadamente y otro tercio se va en el
resto de la Administración. A menos que al-
guien encuentre una fuente de nuevos in-
gresos (más impuestos) o reforme el gasto
a fondo, en España, en realidad, no hay di-
nero para hacer política.
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En un par de años
hemos explorado
aspectos inéditos
de la Constitución
No hay dinero
para política
AJUSTE DE CUENTAS
JOHN
MÜLLER
Abocados a otro año de prórroga
L El bloqueo político y la investidura fallida de Pedro Sánchez impiden presentar el techo de gasto y conducen a un
inicio de 2020 con Presupuestos de 2018 L El retraso de la ley se suma a los sufridos en los tres anteriores ejercicios
DANIEL VIAÑA MADRID^
La investidura fallida de Pedro
Sánchez va a provocar la parálisis
de España durante los próximos
meses, y la mejor muestra de esta
complicada situación es la imposi-
bilidad por parte del Gobierno pa-
ra dar inicio a la tramitación de los
Presupuestos Generales del Estado
(PGE) de 2020.
Antes de que acabe el presente
mes de julio se debería presentar el
techo de gasto, algo que fuentes
del Ministerio de Hacienda confir-
man que no se va a producir, ya
que un Ejecutivo en funciones no
está capacitado para ello. Y tras es-
te paso debería producirse la entre-
ga del proyecto de Presupuestos en
el Congreso de los Diputados, cuya
fecha límite dentro del plazo ordi-
nario es el 1 de octubre y que, dada
la situación política, parece muy
poco probable que se vaya a respe-
tar. El resultado, por lo tanto, es
que la economía española está
abocada a afrontar en 2020 una
nueva prórroga presupuestaria,
que se suma a las ya sufridas en
los tres anteriores ejercicios.
La de los Presupuestos es una ley
fundamental, la más importante que
se promulga con carácter anual, y la
que sirve para que los diferentes go-
biernos introduzcan y desarrollen
sus medidas en aspectos tan relevan-
tes como el ámbito social o el tribu-
tario, entre otros muchos. Pero la
realidad es que, en los últimos años,
la fragmentación política y la debili-
dad del Gobierno han pesado mucho
más que esta relevancia.
El de 2015 fue el último ejercicio
en el que no se incumplieron los pla-
zos ordinarios, y de hecho lo que
ocurrió es que el entonces ministro
de Hacienda, Cristóbal Montoro,
adelantó el proceso unos meses pa-
ra que las cuentas de 2016 fuesen
aprobadas antes de la celebración de
las elecciones del 20 de diciembre.
Los siguientes Presupuestos no fue-
ron aprobados hasta mediados de
2017, lo que supone que hubo una
prórroga presupuestaria de medio
año, y en el ejercicio posterior ocu-
rrió algo muy similar, ya que la ley
no entró en vigor hasta julio.
Además, los Presupuestos de 2018
son los últimos que se han aprobado,
dado que en 2019 el Ejecutivo de
Sánchez no fue capaz de sacar ade-
lante su proyecto. O lo que es lo mis-
mo: la economía española encadena
ya tres años con algún tipo de pró-
rroga presupuestaria; va camino de
acumular dos años con las mismas
cuentas que, además, fueron confec-
cionadas por un Gobierno diferente
al que ahora está en el poder; y el
país está abocado a extender toda
esta situación hasta 2020.
Desde el Ministerio de Hacienda,
sin embargo, todavía se mantiene la
esperanza de que los Presupuestos
puedan llegar a entrar en vigor en
tiempo y forma. Si en septiembre sí
fructificase la investidura de Sán-
chez, explican, una de las primeras
decisiones del presidente sería la de
tramitar las cuentas, y el departa-
mento que dirige María Jesús Mon-
tero asegura que, por su parte, el tra-
bajo de confección de las cuentas es-
taría finalizado llegado ese
momento. La propia Montero reco-
noció ya el pasado mes de junio que
su Ministerio había dejado de traba-
jar en los Presupuestos de 2019 para
centrarse en los de 2020.
Pero el problema ya no es sólo de
fechas sino también de apoyos, por-
que una cosa es conseguir los votos
para la investidura y otra lograr la
aprobación de las cuentas. Fuentes
de los equipos económicos del PP y
de Ciudadanos siempre han señala-
do que el verdadero reto de Sánchez,
por encima incluso de su designa-
ción como presidente, es conseguir
que sus cuentas se aprueben, ya que
para ello tendría que convencer a
fuerzas con ideologías muy diferen-
tes, incluyendo a los partidos inde-
pendentistas que ya rechazaron las
cuentas del pasado año. Aunque lle-
gado el momento, y si efectivamente
consiguiese los apoyos, Sánchez se
garantizaría media legislatura a cos-
ta de una nueva prórroga que, al me-
nos, sería de sus propias cuentas.
La ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, conversa con Adriana Lastra, vicesecretaria general del PSOE, y la titular de Economía, Nadia Calviño. EFE
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Años. España lleva
tres años con algún
tipo de prórroga
presupuestaria. Los
últimos aprobados
son los de 2018.