RELATOS DE PAPANTLA I

También se jugaba brincapié con un gis se dibujaba en el suelo como
un pentagrama y al entrar se llevaba en la mano un tacón de zapato de
hombre (porque era plano) y entrando uno aventaba el tacón y tenía que
caer en algún cuadro, ya fuese cerca o lejos y tenía uno que ir a traerlo
brincando con un sólo pie y se regresaba uno, si no lograba tomar el tacón
donde había caído, perdías en el juego; jugar a la matatenas: era de cuatro
piedritas y un cayuco al piso y a la vez aventaba la canica hacia arriba
y a uno le tenía que dar tiempo para levantarlo y ya ganaba; lo mismo
era el juego de los volados, sólo que era más rápido porque eran cinco
canicas, aventaba uno al piso y uno lo aventaba hacia arriba y en el lapso
de tiempo que uno aventaba el cayuco hacia arriba, tenía que aventar las
cuatro a la vez, si no lo lograba, uno perdía. Estos juegos se hacían a la
hora del recreo y, por cierto, no se usaba uniforme.