Posteriormente llegó la expropiación, así es como empezaron a desocupar las
tierras para buscar petróleo. Se dedicó al ganado, a la vainilla y llegó a tener un
gran platanar.
Apoyó al gobierno con dinero de acuerdo a sus posibilidades económicas,
cuando fue la Expropiación Petrolera, contaba con centenares de trabajadores del
campo. La comida la elaboraban sus empleadas era para todos sin distinguir
patrón y empleados, que se servía en mesas muy largas.
Así fue como él se hizo de ese hermoso lugar donde se cultivaba la vainilla y
el plátano, fue un hombre visionario, el plátano lo exportaba a Houston Texas, los
sacaban a caballo hasta Poza De Cuero que hoy se llama “Km. 52”.
Se empezó a dar cuenta que la fruta se maltrataba mucho, porque primero la
enviaban a Tuxpan por una brecha engravada. Se percató de la necesidad de
contar con un transporte de pasajeros y fue así como varios socios compraron tres
camiones color azul. La terminal estaba en el Km. 52, en esos tiempos el platanar
estaba en su máximo esplendor, así como la vainilla cultivada.
Cuando personal de Petróleos Mexicanos en el año de 1938, se dio cuenta
que ahí en el rancho de Don Vicente, había petróleo y precisamente en donde se
encontraba plátano y la vainilla, empezaron a meter maquinaria pesada,
destrozando todo el cultivo que había, y sin contar con permiso correspondiente.
Es así como surge el film “La Rosa Blanca”.
Las maquinarias hicieron grandes presas, no encontraron nada, solo un brazo
de rio; el Rancho quedó destrozado, fue a Pemex para que le pagaran los daños,
nunca le pagaron, pero como tenía ganado empezó a venderlo para sostener a su
familia, después de este duro golpe él se enfermó por la impotencia de no poder
hacer nada, al ver destruido el trabajo de toda su vida.