- Tú llegaste de sorpresa, y aun así fue tarde... tarde
para reconocer que eres una causalidad - No sabría, si el miedo que me llevo a ti, sería la
casualidad de que me entendías más que nadie - Tu hedor era de locura y tu brillo de sufrimiento.
Nunca me fije en tu cuerpo mucho menos en tu rostro - ¿Y no existía interés carnal de tu parte, o te dio asco
mi aspecto? - De hecho te observé bastante. Siendo alta y delgada,
tenía que alzar la cabeza para distinguirte, y mirar al
piso donde tu calzado sin tacón de pie minúsculo me
confundió. Por eso prefiero estar en la cama, en la
calle nuestra diferencia de altura es mucho más
evidente que nuestro abismo económico - Siempre he creído que todo es posible con el valor del
dinero, y que lo imposible es el amor. Solo tarda un
poquito más... Aunque de tu boca no saldrá esa
palabra - Si buscas a alguien que todo el tiempo diga la
conjunción del verbo amar, búscalo en Facebook; ¡allí
lo vas a encontrar!
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