Bordados con Historia: relatos de artefactos textiles en la cuenca del Baker

(franvidalv) #1

Esta colorida tradición –que hace algunos años parecía casi olvi-
dada en la Patagonia– fue retratada por primera vez en el docu-
mental Bordadoras del Baker; estrenado en 2019, tras una investi-
gación desarrollada en conjunto con la artesana textil Marcia
Faúndez. Así, esta pieza audiovisual, que narra las historias de
vida y oficio, comenzó a abrirles a estas cultoras un espacio en el
mapa de las bordadoras chilenas junto a aquellas comunidades
de Niebla, Ninhue, Copiulemu, Huilquilemu, Lihueimo, Macul,
Isla Negra y San Pedro de Atacama. El estreno virtual del docu-
mental permitió cruzar las fronteras regionales y amplificar las
voces de las bordadoras hasta rincones insospechados.


Escuchar sus relatos permitió comenzar a adentrarse en la rique-
za creativa del oficio, pero aún había mucho más por saber y por
conocer sobre estos artefactos textiles. Este interés por continuar
investigando llevó a Catalina a encontrarse con Francisca, dise-
ñadora textil recién llegada a la Patagonia. Juntas, preparamos el
terreno para explorar en profundidad los bordados y las historias
que les circundaban. Luego de adjudicado el Fondo Nacional de
Desarrollo Cultural y de las Artes, Línea Patrimonio Cultural, que
permitió financiar esta investigación, más mujeres bordadoras
comenzaron a levantar la mano, lo que permitió visualizar la
envergadura real de este proyecto. Poco a poco, la comunidad
de bordadoras fue creciendo y, con ello, las noticias de nuevos
artefactos textiles desempolvados en las casas camperas.


Una de las principales motivaciones tras este libro fue la de regis-
trar las historias y obras de estas mujeres para que el tiempo no
diluyera su importancia, y quedara un testimonio concreto de su
trabajo que estuviera disponible para todos. Creemos que el
laborioso oficio que han desarrollado en la intimidad de sus
hogares es digno de celebrar, sobre todo porque son ellas
mismas quienes han querido hacer públicas sus creaciones, com-
partiendo con nosotros los secretos de estas emotivas obras
textiles y, ahora, con ustedes. Este libro es un homenaje a ellas:
las bordadoras del Baker.


El oficio de investigar A ratitos vamos dándole


Si hay algo que comparten todas las mujeres involucradas en este
libro, incluyendo a quienes les tocó escribirlo, es la vida “a
ratitos”. A ratitos bordan, pican leña, tejen, alimentan las gallinas,
hilan y trabajan el huerto. A ratitos conseguían esa pausa anhela-
da que les permitía enfrascarse entre agujas e hilos, disfrutando
de la paz de sus rincones favoritos, con la luz y comodidad preci-
sas para componer sus textiles. A ratitos también, lográbamos
escribir entre las voces de los hijos, ollas cocinando y los compro-
misos de estudio y de otros trabajos. Así fue que este proyecto
–que debería haber estado listo hace al menos un año– se fue
dilatando debido a la pandemia que, además, no nos permitió
concretar nuestro trabajo en terreno. Cuando logramos hacerlo
en el verano del 2021, ya había una nueva integrante en el equipo:
Aurelia, quien con solo cuatro meses recorrió los rincones de la
comuna de Cochrane, pasando de brazo en brazo entre las borda-
doras mientras intentábamos realizar las tan añoradas entrevistas.

Cuando todo el material estuvo recolectado, nos pusimos manos
a la obra. El trabajo remoto se extendió desde la Patagonia (Co-
yhaique), donde vive Catalina, hasta Inglaterra (Brighton), donde
Francisca pasa sus días enfocada en su doctorado. Una parte del
primer capítulo de este libro incluso fue escrito en un hotel de
cuarentena, donde una familia se ajustó como pudo para que las
primeras palabras de este libro pudiesen tomar forma. Finalmen-
te, terminó de escribirse entre el amor, el cansancio, la gratitud y
la nostalgia por todo lo vivido.

creaciones nacían de los materiales que traían a caballo desde
Argentina, de lo que tenían “a mano” en el campo o de lo que les
vendían los “mercachifles” que recorrían el mundo rural. Así, con
sabiduría e ingenio, convertían el cuero de choike (ñandú) en
elegantes tabaqueras, reciclaban sacos de harina para bordar
delicadas sábanas o seleccionaban una tela de seda para dar vida
a un pañuelo para el cuello.

¿Qué secretos guardan estos queridos textiles? ¿Para quiénes
fueron bordados? ¿En qué rincones de la Patagonia fueron crea-
dos? ¿Cómo se han conservado en el tiempo? ¿Quién les enseñó
a sus autoras los puntos de bordado? ¿De dónde viene ese amor
profundo por bordar flores? ¿Cómo combinan y plasman sus colo-
res? Estas son solo algunas de las preguntas que dieron vida a la
investigación y que se responden en el transcurso de este libro.

Las piezas bordadas en la Patagonia son habitantes silenciosas del
espacio doméstico; guardan en cada fibra el reflejo de una época
y nos permiten, a quienes accedemos a ellas, comprender mejor
cómo era y cómo se habitaba en este territorio. “Cada bordado
que uno hace tiene un mensaje”, dice la artesana y campesina
Luisa Vargas Escobar. Y no se equivoca; cada textil encierra anéc-
dotas y emociones que reflejan lo que significa ser mujer en estos
confines del mundo: madres, compañeras, afanadas campesinas y
meticulosas jardineras son solo algunos de los roles que desem-
peñan las mujeres patagonas. El universo creativo y emotivo de
las bordadoras despierta y resplandece en estas páginas, entre
muchos instantes que han querido compartir, develando las
alegrías más lindas y también las penas más recónditas.
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